Nos hemos movilizado hoy frente a los juzgados de Egia por un aconteciemiento que ocurrió el 24 de junio de 2018 en la Parte Vieja de Donostia. Hoy, 26 de marzo, cuando apenas han pasado unos dias del Dia Internacional Contra El Racismo, nos hemos concentrado para denunciar la precariedad laboral, la criminalización contra estos trabajadores migrantes y el atropello a los derechos civiles y políticos de los vendedores ambulantes.
En junio del año pasado, el compañero Moussa una vez más fue acosado y tuvo malos tratos mientras trabajaba por parte de los municipales. Quienes estaban presentes, al ver el trato que estaba sufriendo esta persona, se acercaron, entre ellos, el militante del sindicato, Joseba Alvarez. Los testigos recriminaron a los municipales, que aquel trabajador tenía que tener todos sus derechos garantizados, y que el trato violento que estaba recibiendo no era ni de lejos justo.
La consecuencia de aquel acto es que tanto Moussa como Joseba estan denunciados para castigarlos. Aquel día de San Juan, le requisaron todo el material a Moussa, y se lo llevaron detenido. Los municipales, le acusan de atentado a la autoridad; Joseba Alvarez está acusado de amenazas y desórdenes públicos. Hoy 26 de marzo, tienen los dos diligencias previas.
Al sindicato LAB, le parece muy grave lo que está sucediendo, y no nos quedaremos ni calladas, ni de brazos cruzados ante una injusticia tan grave. En los tiempos que vivimos, y ante el fascismo, las y los trabajadores nos tenemos que organizar y responder con firmeza ante este tipo de ataques, y a favor de unas vidas dignas con pleno derecho.
Detrás de esta actuación, están las políticas migratorias de derechas y miserables del PNV y del PSE. Y es que quieren mantener las calles “limpias” de la pobreza que representan estos trabajadores. El equipo de Gobierno de Donostia tiene como objetivo una ciudad elitista, blanca y turística de luces de Navidad, noria, helado y playa. Este mismo tratamiento obtuvo la persona que murió en Infierno, consecuencia de la misma política que se aplica desde el Gobierno de la Corporación.
Politicas discriminatorias, y criminalizadoras que hoy desde LAB venimos a denunciar. La denuncia que pesa sobre Moussa no tiene ni pies ni cabeza, es un abuso de poder en toda regla, una actitud totalmente racista que arrincona aún más a quienes ya lo están pasando mal.
Estos acontecimientos sucedieron a pocos días de que se declarara Donostia como ciudad de acogida, pero la realidad es que Moussa ahora mismo está en peligro de ser expulsado por esta denuncia, y todo por vender pulseras en la calle sin permiso administrativo. La actuación de los policias municipales demuestra cual es la verdadera política migratoria que se practica en esta ciudad. Ante una situación de miseria, esta es la respuesta de los responsables municipales, actuar con esta actitud negando incluso la ciudadanía, y su dignidad.
Ante la apertura de diligencias, desde el sindicato LAB exigimos lo siguiente: que no se juzguen ni el empleo, ni el origen de Moussa, que esta denuncia no prospere. De la misma forma, que se retiren las acusaciones contra nuestro compañero Joseba, que se le aplicaría la Ley Mordaza. Queremos denunciar, que con esta actuación, pretenden convertir en delito que un trabajador actúe en defensa de otro trabajador de forma solidaria. No dejaremos que el Gobierno municipal se lave la cara, y al mismo momento, practique políticas racistas de este tipo.