La situación en las residencias es insostenible. A este conflicto, que se ha prolongado más de 5 años, hay que añadir el impacto de la pandemia del Covid-19. Una situación que ya era grave se ha vuelto insostenible y es urgente conseguir una solución digna: no solo porque las circunstancias así lo exigen; sino, porque las trabajadoras y residentes del sector se lo merecen.
Es evidente que esta situación se debe a la privatización de los servicios públicos, a la precariedad laboral y a la falta de reconocimiento social y económico de los sectores feminizados. Además, esto no es un simple conflicto laboral entre las trabajadoras del sector y la patronal, sino una cuestión social que nos afecta a toda la sociedad de Gipuzkoa: porque el derecho a recibir los servicios de cuidados de calidad o el hecho de que las tareas de cuidados se realicen en las condiciones más dignas están siendo vulnerados.
Después de 2 años hemos conseguido reunir la mesa de negociación que estaba totalmente bloqueada. Ahora, sin embargo, es responsabilidad de la patronal y de la Diputación de Gipuzkoa no volver a bloquear la mesa. Ahora que es el momento de empezar a hablar de contenidos, más allá de voluntades, habrá que poner sobre la mesa propuestas concretas.
La lucha es el único camino. Como venimos reiterando desde el Sindicato LAB, el Convenio Colectivo de Residencias de Personas Mayores de Gipuzkoa y las mejoras de los ratios son condiciones imprescindibles para dar solución a este conflicto.
Es el momento de apoyar la lucha incansable y ejemplar que llevan adelante las trabajadoras del sector y multiplicar la presión tanto social como sindical. Por ello, será imprescindible la implicación y colaboración de toda la clase trabajadora, desde la unidad sindical hasta la construcción de alianzas entre las asociaciones de familiares de residentes y los diferentes movimientos sociales.
Por ello, convocamos huelga el 19 de mayo y hacemos un llamamiento a participar en las movilizaciones. Reconocer los cuidados y mejorar el servicio.