Hemos comparecido hoy en Bilbo para hacer una valoración del convenio de residencias de personas mayores de Bizkaia, así como de la propuesta de decreto presentada en el parlamento de la CAV para regular las residencias. Asimismo, hemos presentado la campaña que pondremos en marcha en el sector de servicios sociales. En la rueda de prensa, han intervenido responsables del área sociocomunitario de LAB, acompañados y acompañadas de delegados y delegadas del sector.
La situación que siguen viviendo las trabajadoras de las residencias de Bizkaia no se ha arreglado con la firma del convenio.
Hay residencias que mantienen el volumen de personal que tenían durante la huelga, otras utilizan los cambios de horario y las denominadas horas valle para cubrir con menos personal los turnos de trabajo facilitando así la reducción de las plantillas.
El volumen de trabajo, la falta de personal, las largas bajas , las jornadas y los horarios, una ley de ratios inservible, la falta de disposición por parte de la diputación hace que trabajar en una residencia en Bizkaia sea una penosa tarea.
Desde las instituciones tampoco se mejora su realidad. Tanto diputación como el Gobierno vasco mantienen en las condiciones que se han descrito en el párrafo anterior la realidad de las trabajadoras. Los pliegos de condiciones de Diputación no terminan de salir y aún y a pesar de que que la Diputación de Bizkaia es la responsable de garantizar la calidad del servicio no ejerce su responsabilidad y tranquilamente mira hacia otro lado. Mientras tanto Gobierno Vasco prepara una nueva Ley de ratios que perpetua la precariedad, imponiendo un número de ratio insuficiente y condenando así a mantener un servicio público en condiciones de insuficiencia y falta de calidad.
Asegurar un número adecuado de trabajadoras en las residencias es asegurar una calidad vital para el servicio. Asegurando este servicio fundamental para la vida mejoramos sin duda la calidad de la propia sociedad.
La patronal se niega a contratar más personal y los contrato precarios son el día a día de la realidad jornadas parciales, trabajos en festivos y fines de semana que niegan el derecho a un empleo digno. No se hace un trabajo real para asegurar la salud de las cuidadoras y se nos vende la idea de que para descansar más tenemos que trabajar más (alargándose las jornadas para poder acumular más tiempo de descanso). En un trabajo tan agotador el aumento del horario de la jornada sólo puede beneficiar a una parte y no es a la que esta cansada. El objetivo es lograr el máximo beneficio con el mínimo personal sin importar el resto de las circunstancias.
Una propuesta de decreto inaceptable
Desde el sindicato LAB queremos expresar que el Gobierno Vasco no ha cumplido todos sus compromisos. El Gobierno Vasco muestra una actitud inaceptable. No ha cumplido su palabra de dialogo social y durante este tiempo no se a reunido ni con los sindicatos, ni con las trabajadoras del sector. Por otro lado, la propuesta de decreto para regular las residencias de ancianos nos parece inaceptable. Volvemos a repetir que os parece inaceptable por los siguientes motivos:
-La propuesta no esta fundamentada en ninguna investigación. Por lo tanto, no se sostiene sobre nada.
-Por poner un ejemplo, la ratio subió un %50 hace 10 años en Gipuzkoa. Mediante este decreto, la ratio bajaría.
-El mínimo referencial debería de ser el modelo de Gipuzkoa, dado que es la ratio mas elevada de los tres territorios.
-Esta propuesta nos retrotrae 20 años atrás.
-Se sustenta única y exclusivamente en criterios económicos. No se tienen en cuenta ni las horas de atención directa.
-Solo regula nuevas instalaciones. Que pasa con todas las carencias de lo que tenemos en la actualidad.
-Por que si el compromiso fue actualizar mediante un nuevo decreto todos los servicios sociales, solo se ha planteado una regulación de las residencias de ancianos. Que tipo de intereses sindicales y empresariales se esconden detrás de esto?
Desde nuestra perspectiva, es necesario cambiar el modelo de arriba abajo. Es necesario un modelo que se aleje de cualquier interés económico. Un modelo que sea garante de los derechos básicos de la sociedad. El modelo actual privatiza los derechos básicos. Provocando daños irremediables tanto a trabajadoras como a usuari@s, en definitiva perjudicando a toda la sociedad.
Además, creemos firmemente que un sector feminizado como el de los servicios sociales, de vital importancia reconocerlo. No podemos obviar que las condiciones actuales son la consecuencia directa del modelo heteropatriarcal en el que vivimos. Los cuidados, siempre han sido un trabajo impuesto a las mujeres. Y nunca se a reconocido la labor que realizan. Hoy en dia se le de mas importancia a hacer coches durante 24 horas en una fabrica que a las trabajadoras que cuidan a la sociedad, que la educan en valores, que trabajan por la inclusión social o que mediante su labor intentan transformar la sociedad actual.
Por otro lado, queremos remarcar que la salud laboral no se protege en este sector. Tenemos un modelos heredado de la industria. Es de urgencia transformar esta realidad. Es completamente necesario adaptar la salud laboral a nuestro sector.
Desde la perspectiva de la salud laboral el sector esta en una situación alarmante. Los riesgos psicosociales son alarmantes. Las cargas de trabajo son terribles, los ritmos, las agresiones físicas y psíquicas. El modelo actual perjudica gravemente la salud de las trabajadoras del sector.
Privatización de derechos básicos
Con todo esto queremos expresar que los partidos políticos que han gobernado las instituciones (PNV/PSE/PP) y las políticas que han practicado, han traído en consecuencia la privatización de los derechos básicos de la sociedad. Generando entre ellos y sus amigos negocios inmensos. Privatizando el dinero publico sin ningún tipo de control. A día de hoy no vemos ningún tipo de voluntad política para poner en marcha un modelo que se aleje de intereses económicos. La realidad nos demuestra que lo único que les interesa es el dinero.
Por lo tanto y en consecuencia, desde el sindicato LAB, llamamos a todas las personas que trabajan en los servicios sociales a empoderarse y activarse. Este es el único camino por el cual se producirá el cambio.