El Órgano Administrativo de Recursos Contractuales ha estimado el recurso especial presentado por LAB hace tres meses y anula los pliegos del contrato y cancela la licitación que pretendía privatizar el servicio de mantenimiento de las instalaciones térmicas del nuevo edificio de servicios generales de Txagorritxu.
Osakidetza, de la mano de su Gerente en la OSI Araba, pretendía abrir las puertas del nuevo edificio de servicios generales a empresas externas para que cobrasen 500.000 € por realizar tareas de mantenimiento de instalaciones térmicas para lo que tenemos personal sobradamente cualificado.
Pérez Ramos, Gerente de la OSI Araba lleva semanas hablando de las bondades del nuevo edificio para contrarrestar el malestar de la ciudadanía por el cierre de las Urgencias de Santiago que sigue siendo objeto de acciones de protesta. Al mismo tiempo, continúa fuera de los focos de la prensa, despreciando la profesionalidad de la plantilla y aplicando con suma lealtad la hoja de ruta del gobierno del PNV de recorte y desmantelamiento de la sanidad pública.
En esta ocasión, sus planes no se materializarán gracias a la acción de LAB, y hemos evitado que 500.000€ acaben en manos de empresas privadas. Ahora se abre la puerta a hacer esas tareas con personal propio y por una cantidad económica muy inferior.
Mientras Osakidetza roba a sus trabajadores y trabajadoras la carrera profesional, incumpliendo el acuerdo alcanzado en julio del año pasado con este sindicato; mientras se niega a reconocer el 4% a la plantilla del centro vasco de transfusiones y a la red salud mental de Bizkaia y mientras intenta recortar conceptos como la turnicidad, Osakidetza no duda en inyectar esos millones robados a los y las trabajadoras a empresas externas para realizar trabajos que la Ley de Contratación del Sector Público le impide.
En su defensa de los pliegos Osakidetza utiliza la “falta de personal” como única justificación para privatizar cuando ésa cuestión se soluciona contratando. No hay nada más. Lo que queda claro es que Osakidetza, tras años debilitando la estructura sanitaria, no quiere contratar personal pero sí quiere externalizar servicios como el de mantenimiento. Esta “manera de hacer” es un peligro para la totalidad de la plantilla como dictamina la resolución del OARC/KEO:
“La Explicación dada por Osakidetza para justificar la licitación, se revela a todas luces insuficiente […] hasta el punto de que, por su generalidad y abstracción, sirve para justificar la provisión externa de cualesquiera de los servicios que se presten en sus centros”.
A día de hoy, tras la apertura del edificio nuevo de Txagorritxu, las tareas de mantenimiento de esas instalaciones se están realizando ya por oficiales de mantenimiento de Osakidetza. Esa carga de trabajo no estaba contemplada dado que iba a ser realizada por una empresa externa, por lo que urgimos a la OSI Araba y a su gerente a ponerse manos a la obra para realizar los trámites suficientes para poder realizar esas tareas con arreglo a la norma y a contratar el personal suficiente para asumir un trabajo que jamás debió intentar privatizarse.
Esto es lo que está sucediendo, Osakidetza lleva años mermando las plantillas, haciendo insoportable las cargas de trabajo y generando un problema estructural para plantear de manera paralela la privatización o la colaboración publico- privada como solución a esa falta de estructura. Es tan sencillo como inaceptable. El ataque a la sanidad pública que se está acometiendo no tiene precedentes y tiene múltiples frentes. La privatización es el frente de una batalla que ha de darse y en el que LAB viene manteniendo una postura muy clara como ha demostrado impugnando dichos pliegos y logrando anularlos.
Independientemente de la configuración puntual de una huelga, de una movilización o acto de denuncia, en Osakidetza la situación exige una movilización continuada en el tiempo, firme y constante, que no baje la guardia y traslade la tensión y malestar de la plantilla y ciudadanía a los centros de decisión. Debemos mandar un mensaje claro a los gestores de la sanidad pública de que no vamos a permitir que lleven a término sus planes de desmantelamiento y privatización. Para ello, aprovechamos una vez más para animar a la plantilla y a la población a movilizarse en cuantos actos de defensa de la sanidad pública se organicen, dentro y fuera de los centros de trabajo, esta semana en las diferentes convocatorias de huelga planteadas para el dia 25 y 28 de febrero y llamamos a la ciudadanía a participar en las movilizaciones que recorrerán las 3 capitales de la CAV el día 26.
Debemos fiscalizar todas las actuaciones del ente público porque las políticas que se están aplicando en el sector de la sanidad pública vasca son contrarias a los intereses de la plantilla y la población.