El documento realizado por el Consejo de la Juventud de Euskadi no deja lugar a dudas, y confirma la valoración que LAB viene haciendo sobre la cruda situación que está padeciendo la juventud vasca. Creemos que es hora de tomar medidas y no seguir mirando para otro lado.
Son varias las medidas que es necesario implantar, para lo que instituciones en todos sus niveles han de implicarse y comprometerse: establecimiento de un protocolo o Plan de Acción para definir las condiciones laborales dignas que la juventud necesita, en base al principio de “igual trabajo/empleo, igual salario”, plazos de cumplimiento en cada ámbito de actuación, cláusulas sociales, inspección, creación de empleo público, reparto del trabajo, eliminación de todas aquellas fórmulas de contractuales y de acceso al trabajo que tan sólo posibilitan que la patronal llene sus bolsillos en detrimento del empleo estable y de calidad. Frente a quienes se sirven de la reforma laboral para profundizar en la precarización laboral y social, la mejor defensa es activarnos por nuestros derechos.