LAB se suma a la manifestación que se realizará el sábado en Gasteiz para reivindicar que Garoña se cierre ahora y para siempre. Del mismo modo, realiza un llamamiento a trabajadores, trabajadoras y sociedad en general a participar en esta movilización que arrancará desde la Virgen Blanca en Gasteiz y en las que se convoquen en el futuro.
Se ha abierto la posibilidad de prolongar la vida de la central nuclear de Garoña. Esta posibilidad es una clara amenaza para la seguridad y la salud de la ciudadanía de Euskal Herria y el medio ambiente. Del mismo modo, consideramos que las administraciones y empresas que apuestan por esta posibilidad son genocidas.
Esta central nuclear se encuentra cerca de Euskal Herria, a 60 kilómetros de Bilbao y 47 de Gasteiz, a 37 kilómetros del embalse de Ordunte y también cerca del de Araba. La central nuclear de Garoña está envejecida, es como la de Fukushima. Por lo tanto, no es nada segura, tal y como vimos en Japón. La central de Garoña presenta problemas de corrosión. Por lo tanto, concluimos que su reapertura sería criminal, y que podría ser tomada por una decisión de un gobierno genocida. Si hubiera un accidente, miles de personas de Euskal Herria moriríamos y amplias zonas de Bizkaia y Araba serían inhabitables.
En Euskal Herria necesitamos la soberanía energética. El nuevo modelo energético tiene que ser limpio y democrático. Ninguna persona de Euskal Herria se puede quedar sin acceso a la energía, ya que las personas necesitamos el calor para sobrevivir. Por lo tanto, la energía tiene que ser de propiedad y control públicos. También decimos que el nuevo modelo energético debe ser limpio. Tiene que garantizar el aire limpio y la salud pública y el primer paso para ello es rechazar la energía nuclear.
La sociedad vasca tiene claro que hay que rechazar la energía nuclear y que ésta no es alternativa de los combustibles fósiles. Gracias a ello no se construyó Lemoiz y desde entonces, hemos sido numerosos los agentes sindicales, sociales y políticos que nos hemos movilizado para exigir su cierre definitivo.
LAB apuesta por rechazar la energía nuclear y dar un impulso al ahorro energético y a la eficiencia, además de fomentar energías limpias renovables e instalaciones deslocalizadas. En esta línea, los países industrializados podemos realizar grandes avances para ahorrar energía, sobre todo, en lo relativo a la electricidad.