En los días previos a la huelga que los y las trabajadoras de la multinacional Rothenberger secundaron a finales del año pasado, y cuyo objetivo era negociar un Convenio de Empresa, en el que se solucionasen cuestiones tan básicas como el blindaje contra la reforma laboral, el aumento salarial, la reducción de la jornada anual, o la realización de contratos de relevo con mantenimiento de los puestos de trabajo de forma indefinida. En ese momento se hizo público por mediación de WhatsApp que el miembro de la dirección Mikel Etayo estaba “invitando” a los trabajadores eventuales a no secundar dicha huelga si querían seguir en la empresa.
Cuando el miembro de la dirección se percató de que su nombre andaba de boca en boca, interpuso denuncia ante la comisaría de la Ertzaintza de Eibar. En dicha denuncia, dijo sentirse amenazado y que estaba preocupado por la seguridad de sus hijas. En su denuncia, se recoge dicho mensaje de WhatsApp, aunque en él no conste ninguna amenaza y no se cite a sus hijas. La única amenaza que se cita es la que dicho miembro de la dirección de Rothenberger hace al personal eventual. Esto es, la que la dirección de la empresa estaba realizando por medio de Mikel Etayo.
Como la Ertzaintza no pudo, ni quiso saber, quién era el autor de dicho WhatsApp, interpuso denuncia contra un militante de LAB. A dicho miembro del sindicato le imputan un delito de “amenazas”, y el próximo 2 de octubre se realizará el juicio en Eibar.
Una vez finalizado el conflicto laboral de Rothenberger, consideramos que la razón por la que se continúa con la denuncia contra nuestro compañero se debe al intento de la patronal (Rothenberger en este caso), de acallar las voces que puedan denunciar sus actitudes abusivas, utilizando para ello al esbirro de turno.
Añadir que la única que ha estado amenazando ha sido la dirección de Rothenberger por uno de sus miembros. Amenazas que se han plasmado, ya que, algunas de las personas que hicieron huelga en aquel conflicto han “salido” de la empresa. Por contrario, la totalidad de los y las que no hicieron huelga están trabajando. ¿Quién es el que ha amenazado, y posteriormente ejecutado sus amenazas? ¡Hay que tener cara!
Por ello, deseamos manifestar con claridad: nuestro total apoyo a nuestro compañero de LAB, denunciando la actitud mostrada por este miembro de la dirección. No admitiremos ninguna amenaza, ni coacción contra las personas que alzan su voz contra dicho comportamiento. Lo decimos claramente, no lo admitiremos de ninguna manera y condenamos firmemente la persecución sindical que lleva a cabo la dirección de Rothenberger de la mano del citado personaje.
Si decide continuar con el proceso judicial, nosotros y nosotras continuaremos denunciándolo públicamente. Por lo que exigimos la retirada inmediata de la denuncia en cuestión.
Andan en balde, no nos callarán.
Ante todos los ataques y amenazas de la patronal, los y las trabajadoras responderemos con firmeza.