En la farmacia Enrique Rodríguez Zarzuelo (antigua Olaziregui) situada en la calle Viteri de Orereta una trabajadora ha sido despedida por razones ideológicas. Todo comenzó cuando, en marzo, dos trabajadoras de esta farmacia intentaron organizar elecciones sindicales. Entonces empezaron las broncas, discusiones y presiones. El jefe consiguió sabotear las elecciones y 6 meses después, la trabajadora más barata ha sido despedida.
Esto es inaceptable. No podemos aceptar que en el siglo XXI una persona pueda ser despedida por apoyar una elecciones sindicales. No, por “no llevarte bien” con el jefe.
De las cuatro empleadas, dos han escogido el camino fácil, situarse junto al jefe. A las otras dos les ha rondado el fantasma del despido desde entonces. Hasta ahora, cuando una de ellas ha sido despedida.
Aunque el jefe alegara que le ha despedido por “no congeniar”, acto seguido le dio una carta de recomendación afirmando que era una buena trabajadora. ¿Cómo se entiende esto?
No lo podemos aceptar. ¡Queremos a Itxaso en el mostrador!