Hoy, una vez más, la Consejera de Educación, Cristina Uriarte, en una reunión totalmente protocolaria nos ha informado de las intenciones de su departamento, no consensuadas con la comunidad educativa. En este caso no nos hemos enterado a través una rueda de prensa.
En opinión de LAB, es imprescindible consensuar con la parte social, es decir con la representación de las trabajadoras y los trabajadores, la planificación y organización del curso escolar.
-Antes de la apertura de los centros educativos, le hemos instado a negociar los Planes de Prevención que se tienen que acordar con todos los colectivos de trabajadoras y trabajadores. Sin un Plan de Prevención consensuado es imposible garantizar la salud laboral. La salud de las plantillas, alumnado y familias deben ponerse en el centro.
-Son imprescindibles los EPI para todo el personal y elvalumnado de 4º de ESO, Bachiller y Formación Profesional que regrese a los centros a partir del 18 de mayo. El suministro de mascarillas es responsabilidad de la administración pública o del titular del centro de cada red. Hacemos un llamamiento para que no se abran centros escolares hasta que no haya dotación suficiente, ya que sería una falta de responsabilidad, y llamaremos a plantarse a personal, alumnado y familias.
-Como medida de conciliación, ha anunciado la posibilidad de abrir las aulas para niños y niñas de 0 a 1 años mientras sus progenitores estén en el trabajo presencial, en base a la demanda y a criterio de las autoridades de salud. En opinión de LAB, esta apertura de las escuelas infantiles responde únicamente a una perspectiva economicista y productiva, que las considera como un lugar donde dejar a las niñas y los niños, sin tener en cuenta sus necesidades pedagógicas y emocionales y minusvalora los proyectos educativos de estos centros. Este primer ciclo de educación infantil es muy importante en el desarrollo y autonomía de las niñas y los niños y se le debe reconocer su valor educativo. No se dan las condiciones para un buen período adaptación tras dos meses de confinamiento, máxime cuando tenemos otra parada en verano y en septiembre tendrán que volver a realizar la adaptación.
-Estamos en una crisis de cuidados. En LAB tenemos claro que éstos y la acumulación de capital no son compatibles y que para hacer frente a esta crisis sanitaria lo que hay que poner en el centro es la vida y el cuidado de las personas. Las trabajadores y los trabajadores deberían tener derecho a un permiso especial retribuido para el cuidado de personas dependientes mientras dure el estado de alarma y la crisis sanitaria. Necesitamos medidas integrales para la conciliación.
-Hasta ahora, se ha delegado en las direcciones de los centros algunas responsabilidades del Departamento de Educación: las sustituciones de personal, la gestión de las EPI del personal de cocina y limpieza, así como las adaptaciones curriculares y los criterios de evaluación. LAB es partidaria de la autonomía de la comunidad escolar tanto en su organización como en lo que se refiere a su proyecto pedagógico. Sin embargo, en este caso la autonomía se utiliza de manera interesada, con muchas prisas, delegando muchas responsabilidades del Departamento de Educación en las direcciones sin asignarles ningún tipo de apoyo; la autonomía siempre tiene que venir acompañada de recursos. El Departamento, junto con la inspección, tendrá que aunar directrices y garantizar su cumplimiento.
-Muchas trabajadoras y trabajadores se han visto afectados por la gestión de la COVID-19; especialmente quienes se han quedado en paro sin ninguna compensación al no cubrirse las sustituciones, o quienes se han desbordado por el trabajo y el estrés. Se ha descargado mucha responsabilidad en los equipos directivos, profesorado y personal educativo.
-La actividad del personal no puede recuperarse de forma inmediata, debe hacerse de manera escalonada. Deberían seguir en el formato de tele-trabajo e incorporarse en una última fase: las personas pertenecientes a un grupo de riesgo (personas con diabetes, enfermedades coronarias, vasculares, pulmonares, crónicas, con inmunodeficiencia, mujeres embarazadas, mayores de 60 años) así como quienes tienen responsabilidades de cuidado menores y mayores, todo ello sin que sufran ningún recorte en sus condiciones laborales.
En cuanto al fin de curso y a la apertura de algunos centros, desde LAB señalamos como puntos a tener en cuenta:
-Para abrir los centros es necesario tener la garantía de que vamos a estar en un buen estado de salud, para ello pedimos que se hagan test a todas las plantillas.
-Asimismo es necesario acordar y negociar con todos sus colectivos medidas de seguridad y salud laboral. Se debe tener en cuenta a todas las personas usuarias –alumnado y familias-. Los EPI serán requisito indispensable.
-Se rebajarán las ratios en el aula, limitándose a 15 estudiantes. Será necesario ampliar la plantilla para adaptarse a las nuevas ratios. No puede depender de un o una docente la gestión de dos aulas y, además, atender al resto del alumnado que tiene en el tele-trabajo o en el tele-aprendizaje. La bajada de ratios es una medida que se tiene que mantener en el tiempo y sistematizar a favor de la calidad educativa.
-Es imprescindible elaborar un diagnóstico detallado de la situación generada por la brecha digital o, mejor dicho, por la brecha social (por centro escolar, por estudiante) y establecer medidas para afrontarla. No hemos oído más que buenas intenciones al respecto. Solicitamos iniciar un proceso integral que responda a una alimentación adecuada y al suministro de recursos tecnólogicos.
-Con el fin de garantizar la seguridad es preciso adecuar la organización de los centros. Las entradas, salidas y descansos del alumnado deberán organizarse en horas diferentes y en pequeños grupos, para evitar aglomeraciones.
-Deberán realizarse adaptaciones curriculares que requieran de medios y formación de la dirección y del profesorado. En esta adaptación son imprescindibles acciones pedagógicas basadas en los diagnósticos sobre la incidencia negativa de la brecha digital sobre los procesos educativos. El curriculum deberá adecuarse a las necesidades y ritmos de cada estudiante y a las consecuencias ocasionadas por la Covid-19. El fin no es cumplir el curriculum sino que éste debe ser un instrumento para el desarrollo del alumnado.
-Urge el inicio de la negociación de las previsiones de necesidades para el curso 20/21 (adecuación de ratios, dotación de plantillas, especialistas de educación especial, RPT actualizados, Planes Individuales de Refuerzo Educativo, etc.).
-Es urgente aclarar los diferentes procedimientos de matriculación y, prioritariamente, poner en marcha la inscripción en los centros del Consorcio Haurreskolak.
-A corto plazo, pedimos que se compartan con el personal las condiciones en las que se llevará a cabo la selectividad. Mantener los procedimientos tradicionales implica mezclar a alumnado de diferentes localidades en espacios cerrados durante horas. El persona evaluador también se relacionará con cientos de estudiantes. A medio plazo, ez necesario abrir una reflexión sobre la desaparición de una selectividad basada en un modelo centralista, capitalista y metodológicamente obsoleto.
Aunque, en lo que respecta al curso que viene, han mostrado su intención de tratarlo más adelante, es necesario diseñar un plan basado en los aprendizajes actuales de gestión, sin dejar margen a la improvisación. El planteamiendo de LAB no es volver a la situación pre-COVID-19, sino aprovechar esta situación para repensar y transformar un modelo educativo ya agotado. Nos parece muy importante tener en cuenta:
-En los centros, hay que revisar las ratios, adecuarlos, concretarlos por ciclos y negociarlos, sin olvidar las del comedor y limpieza.
-Un o una docente no puede asumir más de un aula. Hoy en día falta profesorado en los centros educativos para cubrir la docencia en todas las aulas (matemáticas, idiomas…). Hay que mejorar las condiciones laborales que ofrece el Departamento de Educación para que la labor docente sea atractiva a los ojos del profesorado. La reducción de ratios requiere aumentar la dotación de personal.
-Aumento de la inversión pública en educación y provisión de recursos personales y materiales a los centros.
-Negociar y adecuar las RPT de cada colectivo laboral.
-El tele-aprendizaje ha sido una medida excepcional, no puede convertirse en una metodología del proceso de enseñanza-aprendizaje. Hay que consensuar la puesta en marca de metodologías que respondan a las necesidades emocionales y pedagógicas.
-Hay que retrasar el procedimiento de OPE porque en 2020 no se pueden garantizar las medidas de seguridad y por la sobrecarga de trabajo que soportará el profesorado a causa de las adaptaciones que exigirá el inicio del curso 2020/21. Exigimos que se aplace hasta junio de 2021.
En opinión de LAB, en esta época de profundos cambios nos encontramos ante una oportunidad única para crear un nuevo paradigma educativo, ha llegado el momento de que se una la comunidad educativa y transformar la comunidad educativa: una educación centrada en el desarrollo de capacidades y competencias, que ponga en el centro al alumnado y su diversidad, un modelo de inmersión en la recuperación del euskera y un currículo propio para la transmisión de la cultura vasca, que transforme la educación desde el feminismo y con un enfoque coeducativo, basado en la autonomía de los centros, en la filosofía de los municipios educadores, con metodologías innovadoras. En definitiva, es el momento de organizar conjuntamente el sistema educativo soberano público y comunitario que necesita Euskal Herria.
Para ello es imprescindible que las condiciones laborales de las trabajadoras y los trabajadores directamente relacionadas con la calidad de la educación sean negociadas con todos los colectivos, que se adecúen las ratios de alumnado, no se recorten las condiciones laborales del personal, se doten y estabilicen las plantillas, se aumente la inversión pública en educación, se dote de recursos a los centros y que se forme al personal.