A las 21:30 horas de ayer, 1 de febrero, una trabajadora resultó herida grave al ser atropellada al salir de su puesto de trabajo en Arcelor Olaberria. Esta mañana, hemos conocido que ha fallecido debido a la gravedad de las heridas.
En primer lugar, quisiéramos mostrar nuestra solidaridad a familiares, compañeras y compañeros y allegadas y allegados en estos duros momentos. Es la sexta muerte de este año en Euskal Herria. La sangría no cesa.
Hemos obtenido la información a través de las delegadas y afiliadas del centro de trabajo, ya que, tanto Osalan como la patronal, no han facilitado información alguna. La trabajadora fue atropellada gravemente en el paso de cebra que cruza la carretera, andando de su puesto de trabajo al parking, una vez finalizada su jornada laboral.
Las y los trabajadoras de Arcelor Olaberria utilizan un parking público para dejar el coche y, desde allí, para dirigirse al centro de trabajo, utilizan un paso peatonal bajo la autopista, construido expresamente para acceder a su puesto de trabajo.
La patronal ha sugerido la calificación de accidente “in-itínere”. Esta calificación no se puede tolerar de ninguna manera, a pesar de que se ha producido en el ámbito público, al ser un itinerario que se repite todos los días, como si fuese un aparcamiento de la propia empresa. A esto hay que añadir que el personal conoce los riesgos de este paso de cebra y la falta de iluminación. Así, Arcelor debe tener identificados dichos riesgos tanto en la evaluación de riesgos como en el plan de movilidad con su correspondiente valoración de riesgo alto y aplicar las correspondientes medidas preventivas en este ámbito, en coordinación con Diputación y ayuntamiento, como si fuera dentro del ámbito de su centro de trabajo.
De este modo, pedimos a la administración pública que investigue este accidente como un accidente laboral y no como un accidente “in itinere”, ya que estos últimos no se investigan y, de este modo, ninguna medida correctora es aplicada para controlar el riesgo identificado.
Los datos son muy duros y a cada cifra le siguen nombres, familias y personas allegadas. No regresan del trabajo a casa. Hablamos de trabajadores y trabajadoras. Por último, hacemos un llamamiento a las movilizaciones que se convoquen tras esta muerte.