La coordinadora general de LAB ha acudido hoy al programa «Faktoria» de Euskadi Irratia en el que ha sido entrevistada sobre temas de actualidad. Se ha mostrado crítica con el mandato del lehendakari de la CAV, Iñigo Urkullu, que está a punto de finalizar: «Cuando tuvimos la oportunidad de con él le lanzamos un mensaje claro y nos parece que ha hecho oídos sordos al mismo. A este Gobierno, y a él en concreto, le hemos visto apoyar las declaraciones y reivindicaciones de la patronal en demasiadas ocasiones, pero nunca las de las y los trabajadores. Y no ha tenido voluntad de ver lo que hay detrás de ese desgaste. Le hemos dicho que deje de ser presidente de la patronal y no ha querido asumir eso».
Sobre la relación entre el contexto económico y el bienestar de las y los trabajadores, ha añadido que «en épocas de crecimiento económico, no se hacen políticas para un reparto equilibrado de la riqueza y los y las trabajadoras apenas percibimos beneficios. En cambio, en épocas de ralentización económica, somos los y las trabajadoras quienes sufrimos las consecuencias de esa ralentización. Por lo tanto, estamos pensando y reflexionando sobre cómo va a ser esa evolución de la economía y qué tipo de respuesta podemos dar «.
La coordinador general de LAB también se ha referido a la fiscalidad, destacando que a través de los impuestos se pueden promover «muchas cosas». Profundizando en esta idea, ha señalado que «recaudando más dinero a través de los impuestos y gravando varios elementos, se puede conseguir más dinero para ofrecer otro tipo de políticas públicas y otros servicios públicos, pero para eso hace falta voluntad política y determinación para confrontar con los intereses de las grandes empresas y no ceder ante las amenazas de estas multinacionales. Y eso es lo que falta «.
Aranburu también se ha referido a la proliferación de luchas que vivimos en la actualidad: «Tras salir de la situación de pandemia nosotras veíamos muy claro que se estaba dando una precarización del trabajo y de las condiciones de vida de las y los trabajadores y un debilitamiento y deterioro de los servicios públicos, y para revertir esta situación teníamos muy claro que las y los trabajadores tendrían que recurrir a la lucha. Los y las trabajadoras son cada vez más conscientes de esta situación. Las luchas sindicales están proliferando en muchos ámbitos diferentes, ya sea en la industria, en los servicios públicos o en los sectores feminizados y precarios».