Hoy se ha hecho pública la noticia de que desde la Jefatura de policía española se ha ofrecido días festivos de compensación a los agentes de la Brigada de Extranjería y Fronteras de Irún a cambio de detener a personas migrantes a partir del 1 de julio.
A pesar de que posteriormente esta orden fue anulada, tras una denuncia y de que el inspector que la firmó fue expedientado, desde LAB consideramos denunciable y de extrema gravedad lo sucedido.
Diversos colectivos sociales vienen denunciando en diferentes territorios y barrios de Euskal Herria las prácticas racistas de los distintos cuerpos policiales que sistemáticamente vulneran derechos fundamentales como es el caso de los controles por perfil étnico racial y los abusos policiales que sufren especialmente ciertos colectivos de personas racializadas.
La noticia que se ha dado a conocer hoy es una muestra más de la realidad de violencia que vivimos diariamente en la frontera entre Irún y Hendaia. Sobran las declaraciones institucionales vacías y falta voluntad política real para acabar con estas prácticas que lejos de ser cuestiones individuales se amparan en la impunidad brindada por los poderes públicos.
Desde el sindicato LAB nos negamos a aceptar que desde las instituciones públicas, que son las que deberían ser quienes dan el ejemplo en términos de protección y garantía de derechos fundamentales, sea desde dónde se fomenta y premia el racismo estructural. Del mismo modo, volvemos a exigir la reapertura de la frontera, el cese de los controles por perfil étnico, racial y político, las devoluciones en caliente así como hacemos nuestra la petición de que la policía española abandone de una vez nuestra tierra.