Hoy, 2 de febrero, LAB ha dado el visto bueno para la firma de el preacuerdo del convenio de la Industria Vinícola de Araba, que la asamblea del sindicato refrendó ayer por unanimidad. Con este acuerdo, se le da continuidad al convenio firmado el año pasado, que recogía subidas de 4% y atrasos cuando el IPC quedó en -0.5%.
Los contenidos alcanzados son los siguientes:
- Vigencia de 2022 a 2025.
- Ultraactividad indefinida.
- Cláusula de inaplicación.
- Subidas salariales del 6,5% para 2022 (con efectos a 1 de enero), 2% para 2023, 2% para 2024 y 2% para 2025;
- Subida salarial garantizada (no compensable ni absorbible) y se garantizan las cantidades brutas de subidas.
- Reducción de jornada: A partir del 2025, 1740 horas.
- Mejoras en los complementos de las bajas por contingencia profesional, siendo del 100% hasta los 10 meses (300 días)
- Licencias y permisos: adecuación a la normativa, comenzado el disfrute de los permisos el primer día laborable, vacaciones por jubilación: aumento en un mes para cada situación.
- Póliza de seguros por contingencia profesional: aumento de 2500 euros.
- Prevención de riesgos: opción de realizar un reconocimiento médico si la incapacidad temporal ha sido superior al mes.
- Plan de igualdad sectorial.
Así pues, las mejoras en el sector son palpables. Además, el salario mínimo del sector recoge la revindicación de LAB de que el convenio recoja un salario mínimo de 19.600 euros (15 pagas de 1.400 euros), el cual se alcanza en 2023. Aparte, se consigue mejorar en un 25% la cobertura por enfermedad laboral, la cual llevaba en 240 días desde, al menos desde 1999, y se reduce la jornada laboral, inmóvil desde hacia más de una década.
Lamentablemente, cabe mencionar la actitud mantenida por el sindicato ELA durante toda la negociación. Una actitud de total desidia, falta de respeto e irresponsabilidad, aún cuando está en minoría en el sector. Muestra de ello es que no han firmado el acta de constitución de la mesa negociadora hasta octubre (cuando la negociación comenzó en febrero), que se tuviera que posponer la negociación en mayo porque la representación de ELA no respondía a los llamamientos de reuniones, o que en julio no aparecieran a otra reunión, sin avisar de su ausencia, al igual que el pasado 19 de diciembre, que además de que se fijó fecha y hora respondiendo a su agenda. En el momento clave de la negociación han brillado por su ausencia. A ello hay que sumar que en junio ya rechazaron cualquier opción de participar en una dinámica intersindical conjunta, sin siquiera aceptar oír propuesta alguna (no pueden poner como excusa barata la firma del convenio del metal). Además, a lo largo de estos meses no han presentado ni una sola propuesta a la mesa negociadora, y tampoco han planteado dinámica alguna de movilización, ni por su parte ni con el resto. Ha quedado claro que, puesto que la negociación del sector del vino no respondía a sus intereses corporativos, la han tenido completamente abandonada, y por extensión ha abandonado a las 1.000 familias a las que emplea este sector. No aceptamos ninguna crítica ni lección por su parte.
En LAB estamos satisfechos y satisfechas con el acuerdo. Siendo mayoría en el sector, nos hemos echado a la espalda tanto la negociación como la dinámica llevada a cabo para socializar las reivindicaciones del sector. Aportando ideas y gente, con ambición y responsabilidad. Desde que somos mayoría en el sector se ha dado un vuelco a la negociación colectiva, con lo que ya no se cambian unos derechos por mantener otros. Siempre se mejora. Así pues, es necesario que LAB siga mejorando y aumentando su representación en el sector para dar continuidad a estas conquistas.
Queremos agradecer a las personas trabajadoras, hostelería, habitantes de Rioja Alavesa y otras tantas y tantas personas, sin las cuales no hubiera sido posible alcanzar este acuerdo.