Hemos tenido conocimiento de un accidente laboral mortal, en el que ha fallecido un trabajador de 25 años en la empresa Productos Tubulares de Trapaga. Era empleado de Langoitia Estructuras Metálicas, subcontrata de Igorre. El trabajador se encontraba en un tejado cuando ha caído desde una altura de 15-20 metros. Con este fallecimiento son, al menos, 47 las y los trabajadores muertos en Euskal Herria este año y un trabajador sigue desaparecido en el vertedero de Zaldibar.
Desde el sindicato LAB queremos trasladar nuestra solidaridad y apoyo a los familiares y compañeras y compañeros del fallecido. Extendemos este apoyo al entorno de todas y todos los trabajadores fallecidos. Lo ocurrido hoy no es nuevo, todos los años tenemos este tipo de accidentes laborales provocados por caídas desde altura. Aunque estos accidentes son conocidos, en la práctica no se toman medidas para evitar que vuelvan a ocurrir. Parece que los responsables de las administraciones públicas no tienen conociomiento de ello. ¿Dónde están los responsables de la administración para denunciar esta nueva muerte? ¿Qué cambios y qué pasos están dispuestos a dar para frenar esta situación y este modelo? T
Tenemos claro que los accidentes laborales no son producto del azar o de la casualidad, son resultado de las relaciones laborales, la precarización, la normativa laboral y la subcontratación que se dan. Este año todo ha sido especial, hemos estado confinadas y confinados y, sin embargo, ya hay más accidentes laborales mortales respecto al año pasado. De hecho, en el año 2019 fueron 46, y este año, sin finalizar el año, son 47 las personas muertas y 1 trabajador sigue desaparecido. Evidentemente, no se ponen medidas para que no perdamos la salud y la vida.
Las y los trabajadores acudimos a nuestro puesto de trabajo para poder vivir, no para perder la vida en el intento. Los accidentes laborales no son hechos comunes de la vida, que muera un trabajador o una trabajadora no es una característica del trabajo. No, los accidentes laborales son resultado de las condiciones y formas de trabajo que nos impone la patronal a la hora de trabajar. Desde el sindicato LAB tenemos claro que necesitamos vidas y trabajos dignos. Tenemos derecho a volver del trabajo sanos y salvos, y la lucha y la organización son la única vía para acabar con esta lacra, que es de toda la sociedad. El cambio vendrá de un cambio de las relaciones laborales y de las reglas de juego. Tenemos que materializar un nuevo modelo, un modelo que priorice la vida y la salud de los trabajadores.