Nos sumamos a la convocatoria propuesta por numerosas y numerosas creadoras culturales de Euskal Herria. El sindicato LAB no se imagina una Euskal Herria sin creación cultural vasca. Ni la quiere. Consideramos que el trabajo de los y las trabajadoras creadoras es imprescindible en el camino de construir una sociedad más justa. La cultura es parte de la vida digna que defendemos.
Queremos mostrar públicamente nuestro apoyo a actores y actrices, bertsolaris, bailarines y bailarinas, escritoras y escritores, autores y autoras de cómics, músicos y músicas… a todos y todas las creadoras culturales diseminados a lo largo y ancho de Euskal Herria. También a todas y todos los trabajadores que hacen posible la socialización del trabajo de los y las creadoras, personal de teatros, bibliotecas y espacios culturales en general.
Siguiendo a los objetivos de la iniciativa, éstos son los compromisos de LAB:
1- Fomentar la reflexión y el debate social
Estamos dispuestas a ser agentes activos, para que nuestro patrimonio cultural tenga el valor que se merece y dignificar las condiciones de las y los trabajadores.
2- Exigir que se deben adoptar medidas urgentes
Estamos dispuestas a presionar a las instituciones públicas de forma conjunta con las y los trabajadores de la cultura, para reflexionar y realizar una interpelación directa sobre las medidas urgentes a adoptar.
3- Empezar a trabajar para organizar la mesa/reunión/encuentro que será el punto de encuentro de quienes formamos el ecosistema de la creación cultural vasca.
Estamos dispuestas a ser compañeras de viaje en este proceso de organización, y también de ser agentes activos en aquello que se cree, poniendo en manos de los y las trabajadoras del ámbito de la creación el conocimiento colectivo del sindicato.
En Euskal Herria tenemos competencias para proteger y cuidar de nuestra cultura. Falta voluntad política. El problema no es la crisis creada por el COVID-19, el problema es el sistema, que desprecia y menosprecia la cultura. Es necesario priorizar las vidas ante el capital y esto, necesariamente, exige empezar a dar a la cultura el valor y el lugar que le corresponden.
Por lo tanto, consideramos que las decisiones a adoptar deben ir en dos direcciones.
– Por un lado, las de corto y medio plazo, que tendrán en cuenta las consecuencias negativas negativas de la situación de alarma, como garantizar el salario mínimo de las y los creadores.
– Por otro, las de largo plazo, que necesariamente tienen que traera cambios estructurales, a la hora de hacer y consumir cultura.
El sindicato LAB con la huelga digital.