Desde LAB solicitamos a la Consejería que deje de lado sus reticencias y anteponga la salud de las y los trabajadores de Osasunbidea, actualizando la fotografía que muestra el estado de la plantilla y que fue tomada en junio.
En el mes de junio se realizó un estudio de seroprevalencia a la plantilla para determinar su estado inmunológico y el contacto que habían tenido con la Covid. El test SEPROSANA identificaba a las personas (en este caso profesionales sanitarios) que habían desarrollado anticuerpos y por lo tanto eran susceptibles de estar inmunizados para poder desarrollar su actividad profesional en áreas de riesgo por Covid. Se trata, pues, de una apuesta muy interesante que no por ello debe quedarse en una mera foto fija de una situación pasada; y mucho menos a tenor de los resultados obtenidos.
En la primera determinación, realizada mediante la técnica de ELISA para detectar anticuerpos frente al SARS CoV 2, participaron un total de 11.758 profesionales de forma voluntaria, cerca del 95% de los inscritos y aproximadamente el 75% del personal sanitario de Navarra.
A mediados de junio, el número de trabajadoras y trabajadores de Osasunbidea que habían dado positivo en un test PCR era de 572. Sin embargo, el número de profesionales que en ese mismo mes presentaban anticuerpos era de 841. Esto significa que un 32% de las y los empleados habían superado el Coronavirus sin haber sido diagnosticados. Con fecha de 24 de agosto, el número de trabajadores y trabajadoras de la sanidad que habían dado positivo en un PCR era de 648, un 11% más que en junio. Como no se ha vuelto a hacer un nuevo estudio de anticuerpos, desconocemos los valores actuales.
Según se desprende de estos datos recogidos en el estudio SEPROSANA, un total de 269 trabajadores sanitarios, 157 del Servicio Navarro de Salud, no tenían constancia de haber pasado la enfermedad.
Desglosando los datos arrojados en el citado estudio, destaca la gran cantidad de positivos registrados entre las plantillas de atención primaria, muy por encima de los números que presentan las de atención especializada. Asimismo, la incidencia en el área de Pamplona sobresale por encima de todas las demás. También son profundamente significativos los datos de incidencia en jefaturas, que dejan a la luz la poca previsión inicial y cómo subestimaron el riesgo de la infección por Covid.
Estos resultados obtenidos en verano suponen una muestra de una parte de la población que, a priori, ha tenido una mayor exposición al virus que la población general. Con ella se pretendía, además, responder a las expectativas y demandas de los profesionales de los centros sanitarios. Siendo esto así, en LAB creemos y defendemos que este estudio debe tener su continuación en otoño. Si bien es cierto que la Administración ha planteado una serie de dudas y dificultades a la hora de realizar las pruebas, desde LAB solicitamos a la Consejería que planifique de nuevo el estudio de la seroprevalencia entre la plantilla para poder asegurar un diagnóstico certero y así realizar una utilización eficiente de los medios diagnósticos.
Desde el principio de esta crisis LAB ha exigido que se dote a las y los profesionales de los ámbitos sanitario y socio-sanitario de medios de protección adecuados, así como de un diagnostico válido acerca del estado de salud de quienes componen dichas plantillas. Pero en ese camino, tanto el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales -que ha cambiado el discurso sobre protección en numerosas ocasiones-, como el carácter deficitario de muchos de los procesos organizativos han planteado multitud de dificultades.
Sin embargo, no podemos quedarnos de brazos cruzados. No podemos aceptar las palabras de ciertos sectores que achacan parte de la responsabilidad de que la pandemia se haya expandido tanto a los profesionales de la sanidad basándose en una supuesta mala utilización de los equipos de protección, en los descuidos en zonas comunes, en la trasmisión dentro de sus domicilios… Lo único que pretenden con eso es intentar ocultar las carencias organizativas que se han demostrado a la hora de impedir la expansión.
Por todo ello, desde LAB exigimos a la Consejería que dirige la señora Induráin que vele por la salud y las condiciones laborales de las trabajadoras y trabajadores ante un más que posible próximo repunte.