Para ello, hemos registrado sendas reclamaciones en las inspecciones de trabajo tanto de la CAV como de Nafarroa y hemos realizado movilizaciones en Gasteiz e Iruñea con motivo del 25 de noviembre, día internacional contra la violencia machista.
En la movilización de Gasteiz ha estado presente su secretaria feminista, Maddi Isasi, quien ha señalado que LAB lleva años, por la vía del sindicalismo feminista, insistiendo en que la violencia machista es estructural y construyendo herramientas para denunciar las agresiones que se producen en el mundo laboral y para combatir todas las formas de violencia; años, reivindicando «centros de trabajo libres»: luchando empresa a empresa por protocolos eficaces e interpelando a las instituciones para que asuman la responsabilidad que les corresponde en este problema político y social que debería ser de primer nivel.
La violencia machista en los lugares de trabajo es una realidad que se mantiene oculta: la amenaza de quedarse sin empleo siempre está detrás de ella, por lo que la violencia no es suficientemente denunciada ni expresada. Las amenazas y sanciones son variadas: despidos, cambios de horario, no permitir medidas de conciliación, no cambiar nunca de puesto de trabajo, traslados, vaciar de contenido el trabajo, menospreciar el trabajo de las mujeres*… La violencia machista es todo un sistema de castigos de diferentes dimensiones y caras; estructural y herramienta del sistema heteropatriarcal capitalista para mantener subordinadas a las mujeres*.
Se entiende por violencia que se produce en el mundo laboral el acoso sexual, el acoso por razón de sexo o el acoso por razón de orientación sexual, identidad o expresión de género, es decir, las diferentes formas que adoptan los mecanismos de supervivencia de la cultura patriarcal.
• En el último año alrededor de 22.000 mujeres* han sufrido acoso sexual en el ámbito laboral, según datos de la encuesta Datos sobre incidencia de la violencia contra las mujeres en la CAE publicada por Emakunde (en algunos casos de sus compañeros de trabajo, en otros de su jefe).
• Una de cada 5 mujeres* que han sufrido acoso sexual lo han sufrido en el ámbito laboral.
• Sin embargo, muchos de ellas (72,4%) no lo han denunciado en la empresa por miedo a las consecuencias.
¿Y dónde están las instituciones ante esta situación? No hacer visible esta violencia que se produce, no poner herramientas eficaces, es ocultar esa violencia. De hecho, no hay registros sobre estos datos, no se les hace un seguimiento, no aparecen en las encuestas generales sobre violencia machista…
Ni las empresas, ni la administración, ni la inspección de trabajo tienen voluntad y actitud de abordar esta realidad. Los datos son claros: no hay mecanismos ni herramientas eficaces para denunciar estas situaciones.
A las instituciones, y en concreto a la inspección de trabajo, LAB le exige desarrollar políticas eficaces para combatir la violencia machista. Decimos que queremos combatir todas las actitudes, creencias y violencias machistas cuando reivindicamos que queremos ser libres en los centros de trabajo y queremos subrayar que vamos a seguir en esta lucha desde el sindicalismo en todos los frentes.
LAB también ha hecho un llamamiento a participar en las movilizaciones que hoy ha convocado el Movimiento Feminista de Euskal Herria en ciudades y pueblos.