Desde el sindicato LAB vemos con mucha preocupación los datos publicados de la demanda de comedores, que son demoledores para las trabajadoras del sector. Un sector que ya venía tocado previamente, compuesto en su gran mayoría por mujeres, con unas jornadas parciales irrisorias, y que una vez más, si se mantienen las medidas adoptadas por departamento de educación, serán las perjudicadas de la “nueva normalidad”.
Se han adoptado medidas sin sentido ni estudio previo, sin negociación ni consenso, y sin mirar por la salud de los niños y niñas. Son unas medidas que como denunciamos en junio, van a suponer la desaparición de cientos de puestos de trabajo. El consejero de Educación de Nafarroa anunció un aumento de 183 puestos de cuidadoras para los comedores escolares, pero a la vista está que lejos de ser así, los puestos de trabajo pueden quedar reducidos en hasta un tercio de las plantillas.
El departamento de Educación, en vez de garantizar este servicio y promocionar los comedores considerándolos parte del centro y del proyecto educativo, lo que está intentando es eliminarlos. Este junio presentó el borrador del protocolo para el nuevo curso y solo daba cabida a los comedores en una de las cuatro situaciones previstas y en el resto lo suprimía. Gracias a distintas acciones esto lo han cambiado y en el nuevo protocolo los comedores están también en la situación 2, que es en la que han situado el inicio del curso. Mantienen los comedores e implantan la jornada continua.
La imposición de la jornada continua, de la manera que se ha hecho, ha supuesto la interiorización por parte de las familias de que el riesgo de contagio está en los comedores, con la derivada inquietud y miedo a dejar a las y los niños a comer en la escuela y ha sido un gol a la parte de la comunidad educativa que ya anteriormente no estábamos de acuerdo con la implantación de la misma. Esto, a pesar de que en los meses de confinamiento, con el cierre de las escuelas, salió a la luz la importancia de los comedores escolares para cientos de familias.
La prioridad en la vuelta a las aulas debería haber sido la salud en su más amplio sentido y, por ello, debería incluir también el comedor, pero lamentablemente no ha sido así, ya que en bastantes centros lo reducen a motivos de necesidades familiares, no dan garantía de plaza para las y los apuntados o no hay colaboración para la habilitación de nuevos espacios para comedor.
Los datos de la matriculación en los comedores escolares, con un desplome en septiembre del 40%, son un drama para cientos de mujeres que desde marzo han estado en ERTE y que no tienen asegurada la vuelta a su puesto de trabajo debido a las medidas impuestas por el Departamento de Educación. Por esto, desde el sindicato LAB exigimos a Departamento de Educación y al Gobierno de Navarra que rectifiquen inmediatamente las medidas tomadas para la vuelta a las aulas. Son los responsables de la destrucción de empleo que directamente se va a originar en todo el sector, pero todavía están a tiempo de que esto no ocurra.