El sindicato y la organización juvenil han comparecido en El Arenal de Bilbo para denunciar que la empresa debe dinero a ocho personas desde hace tiempo.
Ocho jóvenes trabajaron en diciembre de 2022 y enero de 2023 en el puesto de Telepizza del BEC en el PIN navideño. La mayoría encontró el trabajo a través del portal Infojobs, y para muchos y muchas fue la primera experiencia en el mercado laboral, con un contrato temporal. Aunque en un principio recibieron su nómina de diciembre sin problemas, no cobraron la nómina de enero. Posteriormente, tras contactar con LAB y Ernai y exigir a Telepizza el pago de las nóminas, a mediados de abril, las y los jóvenes cobraron la nómina de enero. Sin embargo, estas nóminas pagadas por Telepizza no están bien hechas porque aparecen menos horas de las que trabajaron en su contrato de enero. Por eso, LAB y Ernai exigimos a Telepizza que pague sus deudas.
El caso de explotación de Telepizza no es un problema aislado. Si algo caracteriza la oferta de empleo dirigida a jóvenes en Hego Euskal Herria es la precariedad. Hoy en día el empleo no supone una garantía para poder vivir con dignidad. Sólo hay que fijarse en los datos: mientras que en 2023 la tasa de empleo temporal general fue del 21,4%, entre los jóvenes llegó ao 46%. En Bilbo, por ejemplo, el 70% de los contratos a jóvenes en enero de 2024 fue temporal. La fuerza de trabajo juvenil desempeña una función indispensable en el seno del sistema capitalista, que se sirve de ella para obtener la mayor plusvalía posible, dirigiendo a los y las jóvenes la oferta de trabajo más precarizada y devaluada.
Para hacer posible esta situación y justificar la violencia laboral que tienen que vivir los jóvenes, el sistema capitalista ha ideado un relato en el que afirman que los y las jóvenes son vagas, no se esfuerzan lo suficiente, no tienen experiencia, tienen que aceptar prácticas no remuneradas o trabajar en malas condiciones. Este relato se difunde una y otra vez en los medios. Para acabar con lo ocurrido en Telepizza y con la precariedad juvenil es necesario superar el sistema capitalista y, por tanto, más allá de obtener ciertas mejoras económicas, es necesario que las los jóvenes se organicen en los centros educativos, en las fábricas, en los barrios.