El pasado martes tuvimos noticia de la muerte de un trabajador de Kutxabank de la oficina de Izarra mientras trabajaba solo. La investigación determinará las causas de la muerte del mismo, pero ante este trágico suceso, LAB se pregunta si se podría haber evitado esta muerte de haber estado acompañado. Nunca lo sabremos porque Kutxabank, dentro de su política de recorte de derechos de las y los trabajadores, ha impuesto que personas trabajadoras de Kutxabank puedan estar trabajando solas.
En los últimos años, LAB ha solicitado en 2 ocasiones de manera formal a la Dirección de Kutxabank que no se permitiera que ninguna persona trabajadora estuviera sola trabajando. Además de ofrecer un mejor servicio a la ciudadanía, desde el punto de vista de la seguridad y salud laboral, existen múltiples razones que desaconsejan esta práctica: posibilidad de atracos, imposibilidad de ser atendido en caso de infartos, ictus u otras afecciones, el estrés y ansiedad que genera… Pero siempre nos hemos encontrado con la negativa de la Dirección de Kutxabank.
Tras lo sucedido el martes, Kutxabank no puede mirar para otro lado. La seguridad y salud laboral de la plantilla están en juego. Kutxabank no tiene ninguna razón para negarse a esta demanda, que de hecho, era una práctica que ya se realizaba anteriormente por Caja Vital hasta la bancarización de Kutxabank.
LAB recuerda que Kutxabank tiene todos los años beneficios extraordinarios, este último año, de más de 250 millones de euros. En estas circunstancias, no es admisible la precariedad en la que trabajamos.
Por todo ello, y para que no vuelva a ocurrir el trágico suceso del martes, LAB solicitará en la próxima reunión del Comité de empresa al resto de sindicatos que de manera conjunta exigamos a Kutxabank para que no permita que ninguna persona trabajadora de Kutxabank siga trabajando sola.