Hemos tenido conocimiento de una muerte en el trabajo en la empresa Ingemat de Zamudio. El trabajador G.M.G., de 59 años, falleció el pasado 6 de abril en un accidente de trabajo no traumático. El mismo día, también falleció en un accidente no traumático un arrantzale en Santoña que estaba participando en la campaña del verdel. Así, en Euskal Herria, por lo menos, 17 trabajadores y trabajadoras han fallecido en el trabajo o a consecuencia del mismo en 2022.
Desde LAB, queremos mostrar nuestro apoyo y solidaridad a familiares, personas allegadas, compañeros y compañeras de los trabajadores muertos.
Los accidentes no traumáticos son accidentes de trabajo. No se dan por casualidad en horario de trabajo, ni por mala suerte ni por fatalidad, como dicen los empresarios. Está demostrado que las condiciones de trabajo, la presión y el estrés son factores claves en accidentes cardiovasculares, que se han convertido en la mayor causa de los accidentes laborales. Anualmente, más del 25% del total de accidentes son no traumáticos y en lo que vamos de año ya son 3 las muertes en el trabajo ocurridas por esta causa.
Detrás de este accidente y de todos los accidentes de trabajo se encuentran las condiciones de trabajo y vida de la clase trabajadora, si bien éstos son multifactoriales. Las malas condiciones de trabajo, como los elevados ritmos de trabajo, la presión o las largas jornadas provocan estrés y derivado del mismo, numerosas patologías en las trabajadoras y trabajadores.
Tenemos derecho a un trabajo y a una vida dignas, tenemos derecho a volver de nuestros trabajos sanos y salvas. Los accidentes laborales no son hechos aislados, son el reflejo de un modelo productivo en el que prima la economía por encima de la salud y la vida de la clase trabajadora.
El miércoles, 13 de abril, la mayoría sindical se movilizará en Hondarribia para denunciar la muerte del arrantzale fallecido con el lema “La precariedad mata, no más accidentes laborales”. Será a las 11:30, en la Cofradía.