Ainhoa Etxaide
Nagusia
“Es hora de poner en marcha el proceso soberanista que conduzca a Euskal Herria a un nuevo sistema socioeconómico”
LAB está inmerso en los preparativos de su 9 Congreso Nacional, previsto para el próximo 25 y 26 de mayo en Gasteiz, bajo el lema ‘LAB 4.0 GURE Garaia’. El sindicato llegará a la cita en plena forma, después de realizar una profunda reflexión colectiva con el fin de replantear el modelo de sindicalismo que necesita Euskal Herria. El Congreso Nacional también deparará cambios en la secretaría general: la secretaria general Ainhoa Etxaide y el secretario general adjunto Jabi Garnika cederán el testigo. Nos hemos reunido con Ainhoa Etxaide para hablar de estos cambios, así como para hacer balance del trabajo de los últimos años y para conocer los retos de futuro del sindicato.
En 2008, recogiste el testigo de Rafa Díez como secretaria general. ¿Cómo recuerdas aquellos inicios?
Hace ocho años, afirmamos que recogíamos el testigo para dar continuidad a la lucha. La nueva generación estableció como principal objetivo la renovación del sindicato, y esa era la intención. No obstante, pronto nos encontramos con situaciones que condicionaron el camino. La crisis financiera puso en entredicho todo el sistema y los ataques contra los derechos de las y los trabajadores dejaron en evidencia la profundidad de la crisis del sindicalismo. Nos impusieron una larga cadena de reformas, aprovechando estas dos crisis.
Asimismo, Euskal Herria pasó a otro escenario político, en el que se incluye el cambio estratégico en la izquierda abertzale. Desde Euskal Herria, se dieron pasos para dejar atrás los tiempos de la negación y de la lucha armada; los estados, por su parte, hicieron lo contrario. Se abrió un nuevo tiempo en el seno de la izquierda abertzale y del espacio soberanista. En vista de todos estos acontecimientos, aparcamos lo previsto y cambiamos nuestra agenda. Todas nuestras fuerzas se centraron en la lucha contra las reformas diseñadas con objeto de otorgar más poder al Capital y perpetuar el sistema. La decisión resultó muy acertada, tal y como ha quedado corroborado con el paso de los años.
¿Qué decisiones tomasteis ante el nuevo escenario?
Por un lado, decidimos que LAB tenía que recorrer su propio camino para no perderse en medio de estos cambios tan bruscos y profundos. Por otro lado, decidimos en qué dirección fijar el norte. El mar te engulle si pierdes el control, si vas a la deriva, por lo que desde el primer momento decidimos lo que teníamos que proteger y salvaguardar.
Al hilo de esa reflexión, ¿cuales fueron las prioridades establecidas?
Hemos protegido a la clase trabajadora: los intereses de clase, los derechos de las y los trabajadores, el derecho que tiene la clase obrera para participar en la toma de decisiones. LAB se ha volcado más que nunca en la defensa de los intereses de clase, teniendo en cuenta que la crisis se ha utilizado para incrementar, sin medida, el poder del Capital. También hemos salvaguardado la lucha obrera. El modelo impuesto no es asumible. Existen alternativas, son viables y es posible cambiar la situación, siempre y cuando se mantenga la lucha. Así entendemos todo lo que han hecho y la necesidad que tienen de desactivar la lucha obrera. LAB ha trabajado, sin descanso, en pos de impulsar la lucha. Nos corresponde esa labor como sindicato.
Asimismo, otra de las prioridades ha sido la defensa del sindicalismo vasco. Se trata de una lucha imprescindible para abordar el proceso que debe conducirnos al cambio político y social. Los ataques contra el sindicalismo sociopolítico han sido continuos y desmedidos. El Capitalismo es consciente de que, si quiere desprender de sus derechos a las y los trabajadores, ha de pasar por encima de los sindicatos. El ataque recibido ha sido brutal, en tanto que somos los representantes legítimos y el espacio de organización de las y los trabajadores en calidad de herramienta de lucha colectiva.
No cabe duda de que el camino ha sido difícil pero, al mismo tiempo, productivo.
Hemos centrado el problema en Euskal Herria con el objetivo de construir Euskal Herria. Es cierto que la crisis es sistémica y que tiene dimensión mundial, y que, por lo tanto, nuestro recorrido carecería de identidad en caso de dejar de lado la solidaridad internacional con la clase obrera. Debemos dotar a nuestro camino de la mayor dimensión internacional que podamos, pero nuestra estrategia se centra en y para Euskal Herria, y así lo hemos hecho.
Es falsa la dicotomía entre lo nacional y lo social. La izquierda abertzale es un movimiento en el que confluyen ambos ámbitos, y LAB es el mayor exponente de esa característica. Las soluciones que necesitan las y los trabajadores pasan por construir una nueva Euskal Herria. Nuestros caminos han de servir para reconstruir Euskal Herria, de lo contrario, nos quedaremos sin recorrido.
¿Qué papel ha jugado el sindicalismo en toda esta lucha?
Hemos entendido la defensa del sindicalismo como una forma de lucha política contra el sistema. No nos hemos limitado a impulsar una lucha corporativa entre trabajadores. Nuestra acción sindical ha tenido como fin reforzar la lucha obrera, y, para ello, hemos tomado como referencia nuestra estrategia a la hora de establecer el camino, en ningún caso las interpelaciones provenientes del exterior. No hemos aislado a LAB, no nos han asustado los debates políticos ni los espacios compartidos y no nos hemos movido de nuestro histórico campo de juego. Hemos hecho camino siendo parte de un movimiento, defendiendo un proyecto compartido. Así las cosas, para llevar a cabo todo esto de forma adecuada, hemos protegido y reforzado nuestra autonomía sindical con el objetivo de priorizar los intereses de clase, la lucha obrera y el sindicalismo.
Más allá de las urgencias derivadas del contexto social y político, también habéis acometido el reto de renovar el sindicato. ¿Cómo llegará LAB al Congreso Nacional del próximo año?
Es verdad que tuvimos que guardar en un cajón las intenciones con las que arrancamos, pero también es verdad que el mandato recibido en el congreso, el de renovar LAB, se ha convertido en referencia en todos estos años a la hora de hacer camino. Hemos renovado la línea sindical de LAB para luchar contra la crisis y las reformas, hemos adaptado nuestra forma de trabajar, hemos renovado nuestras reivindicaciones a raíz del vuelco en el panorama sociolaboral… LAB llegará renovado al Congreso Nacional, con los deberes hechos.
¿Cuales son las claves de la propuesta que llevaréis a debate al Congreso?
La clase trabajadora, el sindicalismo y Euskal Herria serán la base de nuestra propuesta. Lo que tenemos que renovar es la forma de hacer y entender el sindicalismo. Fundamentalmente, somos los mismos, nuestros objetivos son los mismos de origen. LAB luchará por defender el derecho que asiste a las y los trabajadores a tener una vida digna y próspera. El Capitalismo imposibilita vivir dignamente, más aún si eres mujer. No es un sistema compatible, no somos compatibles. Si queremos tener una vida sostenible, tenemos que cambiar el sistema. Hay que poner la vida de las personas en el centro del sistema, y el derecho a tener una vida próspera y digna ha de convertirse en razón de ser y objetivo. Siendo esto así, nuestra prioridad es hacer frente a la precariedad y cambiar la realidad que vive la clase trabajadora: mejorar las condiciones de todas y todos los trabajadores, sean mujeres u hombres, tanto nacidos aquí como provenientes de otros lugares, que estén trabajando o no. Defendemos un sindicalismo que entienda y defienda el trabajo en todas sus vertientes, sin reducirlo todo al mercado laboral. Se trabaja mucho fuera del mercado laboral, trabajos fundamentales en nuestra vida cotidiana, que, paradógicamente, no se reconocen ni se valoran. Esta coyuntura afecta principalmente a las mujeres. En caso de que esa labor fuera valorada y reconocida, conseguiríamos que fuera fuente de trabajo y de derechos. Daríamos la vuelta a ámbitos como el cuidado, el paro, la exclusión social y la mujer.
Tomamos el feminismo, el ecosocialismo y el independentismo como base para construir una Euskal Herria socialista. En estos espacios encontraremos las respuestas.
El feminismo es una ideología transformadora. Tiene como característica innata la capacidad de dar la vuelta a la situación. Sólo así, únicamente a través del feminismo, garantizaríamos un sistema para todos, tanto para hombres como para mujeres. El ecosocialismo es otro de los ejes. Creemos que se trata de una herramienta muy eficaz para proponer nuevas alternativas. No podemos tener una vida digna y feliz en base al consumo y a la producción desmedida. En lo que respecta al independentismo, consideramos imprescindible ser libres y autosuficientes para edificar un nuevo sistema.
Realizamos esta reflexión como pueblo, como clase y como mujer. Un estado soberano es necesario; es decir, el poder del sistema debe de estar en manos del pueblo y éste debe de ser libre a la hora de tomar sus propias decisiones. Se trata de una reivindicación histórica, pero el contexto de lucha ha cambiado. El movimiento independentista nos tiene que proporcionar nuevas respuestas a todos aquellos que queremos recorrer el camino hacia la independencia.
Creemos que es el momento para recorrer el camino que cambie el sistema capitalista impuesto. Es hora de poner en marcha el proceso soberanista que conduzca a Euskal Herria a un nuevo sistema socioeconómico. Este será el objetivo de LAB para los próximos cinco años. La lucha para cambiar el escenario socioeconómico nos lleva irremediablemente a la lucha por cambiar el marco estatutario actual.
El derecho a decidir ha de llegar al ámbito laboral y a los temas socioeconómicos. Sólo así evitaremos que el nuevo estatus político sea un fraude para las y los trabajadores. El nuevo estatus nos tiene que garantizar instrumentos para cambiar la situación social.
¿Con qué instrumentos contamos para poner en marcha el proceso soberanista?
Existe una mayoría amplia para recorrer el camino y en nuestro ámbito de acción contamos con instrumentos de carácter estructural para poner en marcha el proceso y llevarlo hasta el final: La Carta Social y la mayoría que conformamos los sindicatos abertzales, entre otros instrumentos. Faltan alianzas y acuerdos. La consecución de acuerdos es imprescindible si queremos poner en marcha el proceso; ámbito a ámbito primero, y entre ámbitos diferentes después.
¿Qué puedes decirnos sobre las alianzas entre sindicatos??
Las alianzas entre sindicatos son necesarias si queremos cambiar la situación de las y los trabajadores. Estos objetivos y prioridades colocan en el centrro del debate la reflexion sobre la alianza entre LAB y ELA. Estamos definiendo, de cara al Congreso Nacional, la estrategia que permita esa alianza. En mi opinión, uno de los mayores retos de LAB y ELA es precisamente la consecución de una alianza fuerte y estable de cara al nuevo ciclo que ha de abrirse en el sindicalismo vasco.
Habéis propuesto una nueva dirección dentro del sindicato de cara al nuevo ciclo: Garbiñe Aranburu e Igor Arroyo están dispuestos a recoger el testigo como secretaria general y secretario general adjunto, respectivamente. ¿Qué nos puedes decir sobre este relevo?
Ambos no necesitan presentación. Son conocidos para el resto de los sindicatos, así como para los medios de comunicación, la patronal y las instituciones. Se constituirá un nuevo equipo, pero las personas que lo compongan no serán nuevas. Han demostrado sobradamente su experiencia y capacidad. Estamos seguros de que esta propuesta será apoyada por unanimidad en el seno del sindicato.
Estás a las puertas de dejar la secretaría general. ¿En qué situación se encuentra LAB?
Los resultados hablan por sí solos. Hemos alcanzado niveles históricos en lo que respecta a representación y afiliación; hay más gente que nunca en el sindicato, organizados de forma eficaz dentro de las diferentes estructuras; LAB es la primera fuerza en muchos ámbitos del sector público, tanto en la Comunidad Autónoma Vasca como en Nafarroa.
Queremos destacar sobre todo la situación interna de LAB. Tenemos un sindicato unido y cohesionado. Hemos conducido a LAB a un nuevo tiempo. Descartamos la posibilidad de construir un sindicato nuevo desde la dirección, a nuestra manera. La renovación se engloba dentro de un camino que no hemos recorrido únicamente desde la dirección, no lo ha hecho la dirección. El camino lo ha realizado el sindicato, todos los integrantes que conformamos LAB. Afortunadamente, gracias a que este trabajo ha sido en equipo, tenemos a quien pasar el testigo. El mejor final que se le puede dar a nuestra trayectoria en la dirección no es otro que comprobar que hemos cumplido el mandato que nos dieron.