2024-11-05
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[ENTREVISTA] Rosalba Gómez Vásquez: “En el marco de la autonomía, estamos apoyando las propuestas del Gobierno de Colombia porque son buenas”

Rosalba Gómez Vásquez (Medellín, 1955) es la actual responsable de relaciones internacionales de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), primera fuerza sindical de Colombia, que reúne a más de 1.000 sindicatos y cuenta con unas 570.000 personas afiliadas. Educadora de profesión, cuenta con una dilatada experiencia de 33 años como dirigente sindical en Medellín, como maestra del sindicato de maestros, posteriormente en GECODE (Federación Grande de Colombia de Educadores) y en la mencionada CUT.

Invitada por el sindicato LAB, visitó Euskal Herria en junio, y aprovechamos para charlar con ella sobre la situación en Colombia.

Colombia se encuentra en una fase de de cambio político y social, pero que está llena de peligros por los ataques de las fuerzas contra la paz y la justicia social. ¿Hasta qué punto es estable en este momento la situación en Colombia y hasta qué punto es real la amenaza contra ese cambio?

Sí que es real que es un cambio diferente. Es real que es un gobierno más social, más de lo humano, más de escuchar al indígena, al campesino, al joven, esa es la verdad. Es un gobierno diferente a los demás. Pero, por ser también diferente, los otros que han estado toda la vida en el poder, no lo aceptan tan fácil. Y quieren dar un golpe de estado a Petro, quieren sacarlo. Ellos tienen medios de comunicación muy agresivos, tienen redes sociales muy agresivas que dicen “Petro para afuera”, “qué miedo con Petro”, “qué miedo que fue un guerrillero”, “qué va a volver Venezuela”… Esa es la derecha que quiere recuperar el poder, que quiere volver al poder, y sí, sí han intentado en sus redes sociales, en sus mensajes, decir a la gente de ellos, “vamos a bajar a Petro”, “nada con Petro”, “Petro es malo”, “Petro es guerrillero”… No, no, Petro ha hecho cosas buenas.

Yo tengo una valoración del gobierno de Petro. Ahora, una cosa es el gobierno de Petro, presidente, y otra cosa es el Congreso. En el Congreso no tenemos la mayoría, la tiene el Centro Democrático [uribista]. Entonces, las votaciones a veces se complican. De hecho, el proyecto de ley de la Salud se hundió, porque ellos no quisieron. Hubo alianzas y pasó la [reforma] pensional ahorita. Eso es bueno, porque es volver a la gente que tenga su derecho a pensionarse, que tengan un bono pensional los que nunca han tenido, que recuperen las semanas los que tienen semanas acumuladas, que haya beneficio para las mujeres, eso es positivo. Logro para las tierras recuperadas. ¡Cuántos campesinos! Mira, yo me alegro de eso. Porque no recuerda Colombia. Los campesinos tuvieron que salir corriendo a dejar sus tierras huyendo y hoy vuelven a sus tierras. Recuperación de tierras se ha hecho. Hasta algunos de los terratenientes han entregado las tierras, y eso ha sido una negociación con Petro. Muchos, pero muchos, han recuperado sus tierras. Y cierto que Petro le ha dado la mano al agro, a la agricultura, al campesino, a la campesina. Otro logro: la educación cero para los universitarios, matrícula cero. Eso también es positivo. ¿Cómo van a decir los contradictores que no ha hecho nada Petro? Sí ha hecho cosas. En el tema de las mujeres, creó el Ministerio de la Mujer, que eso no lo hace cualquiera. Ahora, tiene que sostenerse y hay dificultades, sí, pero ya se creó el Ministerio de la Mujer. Con los jóvenes también, como lograr que tengan mayor acceso a empleo decente, que los estudiantes tengan sus derechos a estudiar en mejores condiciones…

Respecto al proceso de paz, a mí me gusta que haya el proceso de paz con el ELN. Colombia ha tenido doce procesos de paz desde 1984. Con las FARC, con el M-19, con el EPL, con el PRT… Con un montón de grupos. Ahora es el momento del ELN. Y como decía Otty Patiño, ex-guerrillero como Petro, en un evento sobre la paz que hicimos, “que este cuarto de hora no lo puede perder el ELN”. Tuvo dificultades en su negociación de paz, en La Habana, en México… Deben negociar y están en negociaciones, se han dificultado a veces, pero deben volver a la mesa de negociación. Ellos organizan en los territorios actos para escuchar a la gente, a la sociedad civil, en todo el país, para coger las ideas de la gente, llevarlas, organizarlas, y avanzar en el proceso de paz.

De todas formas, la CUT advirtió en el contexto del Primero de Mayo de la posibilidad real de un golpe de estado. ¿Os referís a golpes de estado de los que había en Latinoamérica hace, no sé, treinta, cuarenta años, a ese tipo de golpe de estado? ¿O hablas de otro tipo de golpe de estado que también puede ser mediante la judicatura, mediante los medios de comunicación?

Yo creo que es diferente. Es diferente el golpe de estado de hace veinte años, treinta años con las dictaduras que hubo, al de hoy. Pero conduce a lo mismo, a bajar a Petro de la presidencia y tomar el poder los que lo tuvieron toda la vida. Ellos tienen unas poderosas redes sociales con mensajes que dicen que Petro es malo, que qué miedo que está abriendo a Venezuela, que la gente se va a ir del país, que la gente no va a invertir, que Petro es un guerrillero, que es lo peor que puede ocurrir. Ellos lo hacen día y noche. Y salimos nosotros, los de la CUT y los sindicatos y los organismos sociales a una protesta para apoyar al gobierno en sus reformas sociales, y entonces la derecha a los ocho días también sale a otra protesta contra Petro. Entonces, hay que poner mucho cuidado. Yo soy de las que pienso que esos intentones de golpes sí se dan.

Yo vivo en un lugar en Medellín, Paisa. Allá hay mucha gente del lado de Uribe. En la misma familia de uno, se reúne y hay debates de políticos, porque mi hermana es uribista. Yo no, yo soy Petrita. Pero más que eso, uno lee en las redes cómo fomentan el odio hacia Petro, hacia el gobierno de Petro, hacia sus propuestas. Y lo fomentan con mentiras, con puras mentiras. Que los capitalistas se van a ir de Colombia. ¡Mentira! La semana pasada leí un artículo que los mayores capitalistas, empresarios de Colombia, están ahí tranquilos produciendo y teniendo sus ganancias. ¿Qué se van a ir? Si en Colombia casi no pagan impuestos como ustedes. Pero la derecha aprovecha sus mentiras. “Con Petro se va a acabar Colombia porque está trayendo toda la política de Venezuela”. Eso no es cierto. Pero, cómo inyectan ese veneno. Y cómo la gente les cree a veces. Que yo me siento con mi familia y salimos agarradas.

Entonces, sí hay que tener mucho cuidado con esas ideas que salen en los medios de comunicación, porque ellos están a favor de la derecha. Por ejempo, esta semana1 estamos en paro en magisterio y yo no he visto muchas noticias que lo favorezcan. Este paro es para llamar la atención del Magisterio de una reforma que pasó y que, bueno, se logró hundir. Tenemos que decirle a Petro, “pilas”. Eso es el miedo que hay al golpe de estado.

¿Las fuerzas paramilitares están actuando aún?

Sí. Ellos también negociaron con Uribe, por ejemplo, también hubo procesos de ellos, de entrega de armas.

Y supongo que los y las sindicalistas estáis en en su punto de mira.

Claro, han llegado estos días cartas de amenaza de ellos. Bueno, algunas son ciertas, otras serán falsas, pero hay que tener mucho cuidado. En río revuelto, todo el mundo pesca. Pero sí han llegado cartas de los paramilitares, amenazándonos. A muchos en Colombia en este momento les han llegado cartas de amenaza. Vivimos esa situación con preocupación.

¿Y qué estáis haciendo vosotros y vosotras desde el sindicalismo en este proceso de transformación social? ¿Cómo estáis ayudando?

Mucho, mucho, mucho. Petro sabe que nosotros tenemos orientación, que vamos a las calles, desde las centrales y el comando, ahí hay un comando de paro, con las centrales unidas, las organizaciones sociales, los indígenas, eso se llama comando de paro y nosotros somos los que convocamos a las calles, apoyando. Antes eran otros gobiernos. “Salgamos en contra de esa reforma de Duque”. “Salgamos en contra de las reformas de Uribe”. Ahora salimos a apoyar al gobierno social.

Pero seguís saliendo a la calle.

Sí. Y es más, salimos, y a los ocho días salen ellos. En contra. Pero sí, claro, es totalmente apoyo al momento. Ahora, en el marco de nuestra autonomía. Somos autónomos. Porque tal vez nos dicen “ah, es que ustedes son del Gobierno, ustedes están vendiendo el sindicato, no tienen autonomía”. No, tenemos autonomía. De hecho, con la educación le dijimos a Petro, o cambia eso, o paro. Entonces, sí, en el marco de la autonomía, en el marco de la independencia, estamos apoyando las propuestas del Gobierno porque son buenas.

Los empresarios le dijeron a Petro en la comisión de concertación laboral que estaba llevando a cabo las propuestas de los sindicalistas. Eso es lo que buscamos.

Es curiosa el significado de la palabra reforma, cómo cambia de un sitio a otro. Porque aquí cuando escuchamos “reforma”, siempre va en sentido negativo; es decir, cuando el gobierno español plantea una reforma laboral o de pensiones, siempre es para rebajar o para quitar derechos. Pero entiendo que en estos momentos, cuando hablamos de las reformas de Petro, son cosas positivas. Aunque claro hay que discutirlas mucho y hay que negociarlas mucho, como ha pasado en la reforma de las de las pensiones, ¿no? Que se ha aprobado hace poco.

Uno de los puntos más contravertidos de la reforma de pensiones fue establecer la obligatoriedad de cotizar al fondo público, según los ingresos de los trabajadores. En la primera versión de la reforma, se establecía un umbral de cotización de tres salarios mínimos. Nosotros como central le dijimos a Petro que no bajaran de cuatro salarios mínimos. Que vienen a ser unos 1.600 euros. Que no bajara de ahí. Eso es la base para el pensionado. Que al tener ese salario, hasta ese tope podía pensionarse bien. Entonces, los demás del gobierno y los del Centro Democrático, sobre todo, atacaron, y dijeron no, no apoyamos la reforma pensional con eso de los cuatro salarios mínimos para el pensionado. Entonces bajaron a 2,3 salarios. Daría para que ese tope tengan derecho a la pensión, tengan el derecho. Entonces, claro, quedó bajito. La clase baja sí que se favorece porque el salario es poco. Pero la clase media, no. Hay que poner cuidado, claro. Para que los contradictores apoyarán esa reforma, tuvieron que aceptar ese 2,3. Nosotros no compartimos. Y le mandamos una carta al gobierno y a los congresistas de que era bueno que tuviera mejor monto el trabajador para su pensión, pero quedó en 2,3.

En otros punto no tuvimos diferencias. Las pensiones las manejaban los privados. O sea, eran un manejo de una pensión injusta al futuro de que maneja lo privado, la plata del pensionado. Y Colpensiones, que es lo público, quedaban muy mal. Ahora, los trabajadores tienen derecho a afiliarse a Colpensiones, que es público. Los trabajadores que no han tenido nunca una pensión, como más o menos tres mil personas, van a tener un bono que se llama pensional, un apoyo de subsidio. La reforma de las pensiones tiene cuatro pilares. Y el pilar solidario es para que el que nunca ha tenido pensión ahora reciba 235.000 pesos colombianos (como 60 euros), que tampoco es mucho. Eso, pues, es un beneficio de esta reforma.

A las mujeres les rebajan las semanas de cotización. Porque la mujer forma parte de la economía de los cuidados, tiene que hacerse cargo de los hijos, del cuidado de la familia. Entonces, tiene menos semanas de cotización. Por cada hijo le rebajan cincuenta semanas de cotización. Las mujeres van a tener un trato diferente sobre las pensiones, porque van a tener beneficio hasta el tercer hijo, pero a mí me parece positivo, como mujer. Muchos hombres dicen, “ay, eso no es justo”. Pero claro que lo es. Los hombres deben entender que las mujeres tienen a veces más dificultades, porque dejaron de trabajar para cuidar de la casa, de los hijos, del esposo. El esposo puede salir a trabajar, a estudiar, el hijo también, pero porque hay una mujer que se quedó en casa. Entonces, claro, toda esa economía del cuidado tiene que reconocerse que es un trabajo de lo que estamos haciendo, y esos beneficios se encuentran muy bien.

Además hay una reforma laboral, que se está discutiendo ahora.

La laboral pasó un debate la semana pasada. Quedó aplazado para agosto. También llegaron a acuerdos, porque hay que llegar, entre ellos hay que llegar a acuerdos. Yo entiendo que hay que llegar a acuerdos. Mucha gente dice que no, que nada de acuerdo con los de allá, pero necesitamos votos. El Congreso es con votos. Ojalá tuviéramos mayoría en el Congreso, pues, hubiera pasado todo ya. Entonces, se llegan a acuerdos. Hubo un acuerdo que no nos gustó a los sindicalistas en la reforma laboral. No nos gustó que hubieran sacado el capítulo de los derechos colectivos, negociación, huelga, derecho de la negociación colectiva. Ese capítulo lo sacaron del todo.

O sea, lo sacaron para no tocarlo.

Para no tocarlo. No lo tocan, lo que era reforzarlo, porque de todas maneras se sabe que el convenio 87 y 98 de la OIT protege a nivel mundial al trabajador en la libertad sindical y derechos de asociación. Pero aquí quería reforzarse, y ese capítulo no lo quisieron y lo sacaron. Siguen negociando lo demás: estabilidad laboral, quieren que haya mayor formalización… O sea, allá en Colombia, hay un 69% de informalidad, trabajan sin derecho a prestaciones, sin salud, en las calles… Que haya mayor estabilidad laboral. No sea por tres meses, por un mes, por horas, que los jóvenes tengan derecho.

Es recuperar derechos que habían quitado los anteriores gobiernos.

Claro. El anterior gobierno de Duque reunió una reforma laboral horrible. La CUT está totalmente metida en esta discusión.

¿La transformación social y el proceso de paz van de la mano?

Las reformas sociales se votan en el Congreso. Y ahí es donde tenemos que llegar a algunos acuerdos que no nos gustan mucho. Pero a la par que está eso en el Congreso, por otro lado, el Gobierno tiene la propuesta del ELN de que se negocie, se hable, que dejen las armas, que cese el fuego, que vuelvan a hacer la vida civil, la entrega de armas, pero ellos también exigen: que se nos den estas condiciones, que nos saquen bien, que no nos maten… Eso va a la par. Pero eso no se vota en el Congreso. La paz no va con votos. La paz es negociada. Eso es lo que pide la CUT: solución negociada al conflicto armado. Y eso necesita dejar las armas, eso necesita también propuestas para los que están en el ELN. Ese proceso ha tenido momentos difíciles, pero nosotros avalamos que siga el proceso de diálogo por la paz. Que el ELN también avance con el gobierno, que no pierda este cuarto de hora. Porque anteriormente, como te digo, han habido doce procesos de paz. Pero eso no es con votos.

Pero supongo que el ELN no solo hablará de cosas prácticas como son las entregas de armas. También hablarán de otras temas relacionados con la justicia social.

Sí, de educación, de salud. Ellos de por sí hacen sus reuniones de participación, llaman, por ejemplo, a una reunión en un departamento Santander. 1.000 personas. Población civil, indígenas, hombres, mujeres… Los escuchan y llevan las propuestas a las negociaciones.

¿La CUT piensa que la paz tiene que venir acompañada de justicia social?

Sí, claro. La CUT dice “solución negociada al conflicto armado” y también justicia social. ¿Qué quiere decir justicia social? Matrícula cero, vivienda, comida, recuperación de tierras para el campesino, un salario digno, educación para los jóvenes, que no violencia hacia las mujeres, que no haya tanto feminicidio, que no haya tanta muerte de campesinos, que los jóvenes no los persigan ni los torturen porque tienen derecho a hablar…

Desde Euskal Herria, desde una mirada internacionalista, qué podemos aportar para contribuir a fortalecer el cambio social que estáis intentando en Colombia?

Ustedes han sido muy solidarios. Hay algo que nos une, la sorietina. Independiente de llegar a opiniones, somos solidarios, y el País Vasco ha sido solidario con Colombia, con la paz. Y yo los veo justo en el campo de la paz de Colombia, me admiro, porque se cruzan por la paz en Colombia, son solidarios, tratan muy bien a los colombianos aquí, a los tribunales colombianos.

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