Hoy, 1 de octubre, se celebra el Día Internacional de las Personas Mayores y desde LAB queremos recordar la lucha imprescindible que estas compañeras y compañeros llevan desarollando desde hace años por condiciones de vida y de trabajo justas. Un colectivo diverso, con compromiso incansable y ejemplo de solidaridad de clase y unidad en la acción. Ante los poderes públicos y representantes políticos y sindicales que ningunean los derechos de las personas mayores, reiteramos que no retrocederemos hasta que el derecho a una vejez digna se haga realidad en Euskal Herria.
Para avanzar en esta dirección, LAB organiza en su seno a las personas que han finalizado su vida laboral en un área especifica, cuya próxima asamblea nacional se hará a finales de este mes. Realizamos nuestros analisis y aportaciones propias en el ámbito de las pensiones y caminamos junto a al Movimiento Pensionista de Euskal Herria (MPEH) en sus reivindicaciones.
A pesar de toda la lucha que llevamos haciendo, no nos podemos olvidar de que cada vez es más el número de personas mayores y pensionistas que no pueden acceder a una vivienda digna, a la energía suficiente durante el invierno, a una alimentación adecuada y a unos servicios públicos y comunitarios de cuidados de calidad y que no generen explotación ajena. Aparte de la creciente privatización y precarización de los bienes esenciales, esto sucede porque muchas personas, aunque hayan trabajado toda su vida, no consiguen acceder a una pensión propia decente.
En Hego Euskal Herria más de 200.000 personas pensionistas no llegan a 1.080 € de pensión y entre ellas el 68,8% son mujeres*. Además, como las pensiones provistas por el Estado español son escasas, también están las personas que, aunque consiguen superar los obstáculos exigidos para cumplir con la cotización mínima para acceder a una pensión propia, se ven obligadas a tener que complementarla con prestaciones sociales como la RGI en la CAV o mediante deducciones fiscales en Nafarroa para conseguir llegar a fin de mes. Es muy grave que de las 80 mil personas que necesitan complementar su pensión para alcanzar los mínimos vitales, el 76% sean mujeres*.
Las pensiones de viudedad y las no contributivas son la faceta más perversa de los actuales sistemas de Seguridad Social, ya que ocultan la sistemática violación al derecho a un empleo digno. Realidad que afecta sobretodo a las mujeres* que, por un lado, han sido y siguen siendo las principales responsables de los cuidados de la vida realizando trabajos sin reconocimiento ni remuneración y, por otro lado, han sido el colectivo que representa la parte más importante de la economía sumergida realizando trabajos no regulados, no fiscalizados e invisibilizados.
En LAB defendemos que pensiones y salarios son derechos que no pueden disociarse. Por ello, hay que destacar la importancia de que la cuantía de la pensión mínima tenga como referencia el SMI vasco. De tal manera, la reivindicación del MPEH por los 1.080 € de pensión mínima tiene gran urgencia dado que, bajo la referencia del SMI mencionado, esta pensión debería ser aún mayor. Razón por la que apoyamos la ILP presentada por el MPEH el pasado 26 de septiembre.
En el Día Internacional de las Personas Mayores ponemos de manifiesto que la expansión del empobrecimiento y de la precariedad que vivimos nos afecta de manera específica en los diferentes momentos vitales. Es fundamental reflexionar, como sociedad, sobre cómo queremos organizar nuestro futuro y el presente de las personas mayores. Esto nos exige romper ciertos límites conceptuales del modelo capitalista, etnocida y patriarcal para redefinir los sistemas de pensiones.
Por todo ello, en LAB entendemos que ha llegado el momento de abordar la urgencia de construir un sistema de pensiones público, solidario, contributivo y de reparto, desarrollando el marco propio de relaciones laborales y protección social. Es el momento de hacer una apuesta decidida para conseguirlo para poder garantizar a los y las trabajadoras de Euskal Herria un sistema que sea justo y redistributivo, que pague la deuda patriarcal hacia las mujeres mayores y que atienda a la realidad específica de las personas que vivimos aquí. Borrokak merezi du! Pentsionistak aurrera!