Ayer por la tarde, M.M.S.Q., trabajador del sector forestal de 47 años, falleció en Zeanuri tras ser atrapado por un árbol. Se trata del segundo trabajador del sector muerto este año y en 2021, fueron 6 las muertes en el trabajo en el sector forestal. Además, es la o el trabajador fallecido número 51 en accidente laboral en lo que va de 2022. Osalan y el Gobierno Vasco tienen la llave para empezar a cambiar la situación y les exigimos que se pongan en marcha de una vez por todas. El 19 de agosto nos movilizaremos junto con la mayoría sindical ante esta nueva muerte en el trabajo, a las 12:00, en la plaza de Zeanuri.
En primer lugar queremos mostrar nuestra solidaridad a familiares, compañeras y compañeros, amistades y personas allegadas del fallecido.
Estamos a 18 de agosto y ya llevamos 4 muertes en el trabajo desde inicio de mes. El patrón de accidentes que se está dando en agosto de este año vuelve a ser absolutamente previsible. Caídas desde las alturas en las obras, transportistas muertos por problemas cardiovasculares, trabajadores forestales muertos por atrapamiento, accidentes in itinere, etc. Patrones que se repiten una y otra vez, ante los cuales ni la patronal ni el Gobierno Vasco toman medida alguna, siendo suya toda la responsabilidad.
La tasa de mortalidad del sector forestal supera todas las marcas. Siendo un sector que ocupa a pocas trabajadoras y trabajadores, cada año tenemos muertes en este sector. Así, la de ayer ha sido la segunda muerte en el sector forestal ocurrida este año, ya que el 14 de junio murió un trabajador de 49 años en Idiazabal atrapado por un árbol. En 2021, fallecieron 6 trabajadores del sector en accidentes laborales.
En el caso de Bizkaia y Gipuzkoa, la viabilidad de las empresas forestales es limitada a pesar de contar con normas forales hechas “ad hoc” para ellas. La explotación maderera intensiva se basa en relaciones laborales precarizadas para poder obtener beneficios. Así, en lugar de poner medios de seguridad laboral, se ahorra en ellos. Plantillas reducidas, trabajos en solitario en el bosque, ausencia de recursos preventivos, falta de formación, herramientas de trabajo poco adecuadas, ritmos de trabajo muy altos, jornadas muy largas con el cansancio que esto provoca y un largo etcétera están detrás de los accidentes. Evidentemente, estos son factores añadidos a los riesgos que encierra la propia actividad.
No es la primera vez que exigimos a Osalan y al Gobierno Vasco medidas específicas para el sector forestal. Esta vez volvemos a hacerlo pero vemos que la respuesta es estéril.
Osalan y el Gobierno Vasco tienen la llave para empezar a cambiar la situación y les exigimos que se pongan en marcha de una vez por todas.
Finalmente, hacemos un llamamiento a participar en las movilizaciones que se convocarán para denunciar esta muerte.