LAB ha presentado hoy en Bilbo ante los medios de comunicación su Informe de Acción Sindical del presente curso 2018/2019 que está finalizando. La secretaria general Garbiñe Aranburu han indicado que de cara al curso que viene, el reto de LAB será impulsar, desde el sindicalismo, luchas más generales contra la precariedad.
El secretario de acción sindical y negociación colectiva ha desgranado las principales conclusiones del informe. Las luchas realizadas por LAB a lo largo del curso ascienden a 133 (el curso pasado fueron 120). La huelga se ha utilizado en 65 de esas luchas y en 23 se han utilizado paros, por lo tanto, la presencia de huelgas o paros se sitúa en el 66% de las luchas (el curso pasado fueron el 54%).
63 de las luchas están cerradas, con resultados, y 70 siguen abiertas. LAB ha llevado a cabo 19 luchas a nivel de sector (7 de ellas feminizadas y 5 con presencia de huelga). En lo que respecta a las luchas a nivel de empresa, han sido 114, de las que 22 corresponden a sectores feminizados y 16 han sido acompañados por huelgas.
La secretaria general de LAB Garbiñe Aranburu, por su parte, ha mencionado las dos concluciones sacadas del informe. En primer lugar, “que cada vez son más las y los trabajadores que dan el salto de pasar de la reivindicación a la lucha de sus derechos”. Y en segundo, “que las y los trabajadores han leido bien el contexto en el que estamos y que son muy conscientes de la necesidad de articular luchas sindicales. La activación que se está generando no es algo coyuntural, marca una tendencia”.
“Patronala, instituzioek, komunikabide nagusiek, guztiek elikatzen dute diskurtso berdina, konfrontazioa saihestu eta kolaborazioa behar omen da, win – win. Denok irabazi, diote”, jarraitu du Aranburuk.
“La patronal, las instituciones y los principales medios de comunicación alimentan el mismo discurso. Nos hablan de la necesidad de la colaboración, nos dicen que la confrontación es cosa de otros tiempos, nos dicen que con la colaboración todas ganamos, win – win dicen”, ha continuado Aranburu.
Pero la secretaria general de LAB ha puesto en duda este discurso, “pero las y los trabajadores lo que ven en el día a día es un reparto cada vez más desigual de la riqueza, un aumento de las desigualdades sociales, precariedad y pobreza”.
“Ante está realidad las y los trabajadores lo tienen claro, hay que organizarse, hay que aunar fuerzas y hay que luchar. Esto ha hecho que principalmente durante los dos últimos años haya habido un repunte de las luchas sindicales”.
Garbiñe Aranburu ha situado este incremento de las luchas sindicales en el contexto de la reactivación de la movilización social, “una mayoría social está luchando en los centros de trabajo y en la calle por un trabajo digno y una vida digna”.
Seguidamente ha hablado sobre las distintas luchas, "diferentes colectivos que somos parte de la clase trabajadora estamos luchando por nuestros derechos: en los centros de trabajo, las y los pensionistas, las mujeres, los jóvenes o los migrantes”, destacando la vinculación entre las mismas, “todas estas luchas están interrelacionadas. Por ejemplo, es notable que las luchas que se están dando en sectores feminizados han tenido una gran impulso gracias al planto del 8 de Marzo del año pasado y la huelga feminista del 8 de Marzo de este año”.
“Todos y todas estamos luchando en contra de la precarización que se extiende a todos los ámbitos de la vida y a favor de un nuevo modelo económico y social que ponga la sostenibilidad de la vida en el centro”.
En lo que respecta a los retos de cara al futuro Aranburu ha señalado que “para hacer frente a este sistema y crear alternativas, hay que seguir dando nuevos pasos”, para pasar seguidamente a desgranar los retos de LAB para el siguiente curso.
En primer lugar, “seguir activando luchas en los centros de trabajo y dar un nuevo impulso a la negociación colectiva”.
Y en segundo lugar, “los diferentes sectores que nos estamos movilizando podemos poner en común nuestras luchas y podemos compartir varias reivindicaciones, por eso apostamos por articular las diferentes luchas por un modelo económico y social que persiga un reparto más equilibrado de la riqueza y que situé en el centro la sostenibilidad de la vida: salario y pensión mínima, reconocimiento y reparto de todos los trabajos, medidas para terminar con diferentes situaciones de discriminación”.
Profundizando en esta idea, la secretaria general de LAB ha concluido: “Para afrontar estos retos, junto a la lucha contra la precariedad de los centros de trabajo, hay que ofrecer formas de movilización más generales a las y los trabajadores. Movilizaciones más generales, poniendo en común las reivindicaciones que podamos compartir. De esta manera, damos un impulso a las luchas sindicales de las empresas, a la lucha de las y los pensionistas, a la lucha feminista, de los jóvenes o de los migrantes. LAB seguirá trabajando para generar esas condiciones”.