El Primero de Mayo nos movilizaremos por eskualdes, bajo el lema «Aldaketa da aukera. Por un cambio de rumbo. Zaintza, lana, bizitza, herria!». Así lo hemos manifestado en la presentación realizada en Bilbao. La secretaria general de LAB, Garbiñe Aranburu, y la secretaria de Comunicación, Maider Jauregi, han dado a conocer las movilizaciones y han anunciado que aprovecharemos el Primero de Mayo, además de para reconocer las luchas abiertas, para emprender con fuerza las nuevas dinámicas y huelgas que se avecinan.
«Será un día para reivindicar y mostrar el orgullo de clase», ha señalado Garbiñe Aranburu, quien ha insistido en que tenemos como objetivo un cambio de rumbo. En palabras de la secretaria general, «este sistema no se puede mantener ni social ni ecológicamente. Los cambios son inevitables; lo que está en juego, lo que se debate, es en qué dirección hay que hacer esos cambios, y hacia dónde hay que orientar las políticas públicas. Hay que elegir entre capital o vida».
LAB defiende un cambio de rumbo, una transición ecosocialista y feminista; un nuevo paradigma de desarrollo, más democrático. La opción es el cambio, como reza el lema de este año del Primero de Mayo. Continuar con el actual sistema capitalista, heteropatriarcal y ecocida es seguir profundizando en la precarización, aumentando las brechas sociales y debilitando el sector público y los servicios públicos. Es un sistema que no resuelve ni la crisis de vigilancia ni la crisis climática.
En plena sindemia
Por segundo año consecutivo, el Primero de Mayo llega en una situación de pandemia en la que los efectos del coronavirus no se han limitado a una crisis sanitaria, sino que también ha empeorado radicalmente las condiciones laborales y de vida. «En la pandemia, convertida en sindemia, se han primado los intereses del gran capital y de una élite económica. No hay apuesta por invertir en sanidad pública para combatir la pandemia. Se han evitado responsabilidades políticas y se ha puesto toda la carga en la responsabilidad ciudadana, intentando mantener el peligroso equilibrio entre endurecimiento y flexibilización de medidas, y ahora vemos que se quiere fiar todo a la estrategia de vacunación», ha explicado Garbiñe Aranburu.
Ha destacado que la pandemia ha puesto de manifiesto cuáles son los trabajos esenciales para mantener la vida, que en la mayoría de los casos son trabajos realizados por mujeres, que se llevan a cabo de forma precaria. Ha denunciado que no se han tomado medidas para dignificar este empleo. Ha subrayado que una de las consecuencias de las reformas laborales es que la destrucción de empleo es muy fácil y, ante esta pérdida de empleo, ha criticado que las instituciones han dejado al margen a las y los trabajadores.
Para combatir el efecto de la pandemia, Europa ya tiene marcado el terreno de juego con fondos europeos para la recuperación. En base a esta filosofía, las instituciones del Estado, el Gobierno de Gasteiz y el Gobierno de Nafarroa nos han mostrado la respuesta que quieren dar a la crisis: «Hay diferencias respecto a la respuesta dada a la crisis de 2008. De hecho, las necesidades de los capitales transnacionales son diferentes. En la crisis anterior se rescataron los bancos y se impusieron las políticas de austeridad. En esta ocasión, han decidido inyectar dinero público en la economía, sin reformas fiscales, y vendrán nuevos recortes. Se limitarán a destinar dinero público a manos privadas, sin ninguna condición, sin exigir ningún compromiso social a cambio. Si el dinero público se destina a las necesidades de las multinacionales, quedarán fuera de esta inversión pública los servicios públicos, el sistema público de cuidados y las condiciones de trabajo y vida dignas».
Desde la izquierda, profundizando en la soberanía
El cambio de rumbo, la transición, la construcción de un nuevo modelo económico y social, es un reto mundial. Sin embargo, debemos tener claro que esta alternativa debe impulsarse desde cada país. Garbiñe Aranburu asegura que «ese cambio de rumbo en Euskal Herria debe liderarse desde la izquierda, con la participación de las y los trabajadores y profundizando en el proceso de soberanía popular. Así debe ser o no habrá cambio de rumbo».
No hay mayoría institucional que apueste por cambiar el rumbo, por una transición; en las instituciones predominan los partidos sistémicos. Pero, si hay una mayoría social que comparte esos valores, que está a favor de ese cambio de paradigma del modelo de desarrollo: «Estamos en la calle, defendiendo los servicios públicos y un sistema de cuidados público comunitario. Las y los trabajadores han entendido muy bien la importancia de la movilización en educación, sanidad y servicios sociales. Las reivindicaciones de las y los trabajadores se han situado en la agenda, han entrado en las mesas de negociación y estamos creando una correlación de fuerzas más favorable para conseguir esas reivindicaciones. Desde LAB estamos formando un muro popular para defender el empleo. Aunque no existe una estrategia común de defensa y dignificación del empleo entre los sindicatos, se está dando una respuesta firme en las empresas y en la calle para defender el empleo».
Las y los trabajadores han enviado un mensaje muy claro a la patronal. Aunque tienen herramientas legales para despedir con facilidad, no lo vamos a permitir: «Las luchas de Aernnova, PCB o Tubacex deben ser tenidas en cuenta por la patronal y el Gobierno Vasco. La lucha no se agota cuando acaba el periodo de negociación de un expediente de regulación de empleo y se abre la vía judicial; la lucha continúa».
La secretaria general de LAB también ha destacado que se multiplican las luchas para dignificar las condiciones laborales de las y los trabajadores que no reciben un reconocimiento económico, político y social adecuado, como es el caso de las trabajadoras de la alimentación o la limpieza. Junto a estas luchas sindicales, ha señalado que también hay que destacar el valor de la lucha del movimiento feminista, de las personas pensionistas y de las y los jóvenes.
Así, ha recalcado que el Primero de Mayo será un día para reconocer todas estas luchas y profundizar en la movilización por el cambio.