LAB da un no rotundo a la Ley de Educación aprobada hoy y seguirá luchando hasta que se materialicen las transformaciones que necesita el sistema educativo, se profundice en la soberanía y se alcance una ley centrada en la escuela pública y el euskera.
El proceso de elaboración de la ley de educación ha sido largo y ha sumido a los sindicatos y agentes de la comunidad educativa en 3 largos años de lucha. En el sindicato LAB ha tenido desde el principio la determinación de incidir en la consecución de una nueva ley que pueda profundizar en la soberanía. Con ese objetivo hemos presentado aportaciones o alegaciones a la ley y han realizado movilizaciones y huelgas, así como propuestas de transición.
Antes del acuerdo educativo presentamos un Decálogo para incidir en todo el proceso: por un lado, para transformar radicalmente la organización y el modelo del sistema educativo, y por otro lado, para tener en cuenta a los y las trabajadoras y mejorar las condiciones laborales.
En el Parlamento hemos presentado en varias ocasiones sus aportaciones y alegaciones al acuerdo educativo, al borrador de ley y al anteproyecto de ley. Hemos llevado a cabo movilizaciones y huelgas, tanto en colaboración con otros sindicatos como por nuestra cuenta. Los trabajadores y las trabajadoras de todos los ámbitos han estado luchando en el Consorcio Público Haurreskolak, en las escuelas públicas, en las ikastolas y en los centros de iniciativa social, así como los educadores y educadoras de los comedores.
Al final del proceso el PNV ha perdido la oportunidad y ha cerrado la puerta a la ley que necesitábamos para introducir los cambios que precisa el sistema educativo. Ha rehuido lo acordado en el acuerdo educativo que firmaron entre los partidos políticos obedeciendo a sus alianzas con el PSE y ha aprobado la ley que se basará en los modelos lingüísticos y profundizará en el sistema universal de concertación.
Con la eliminación de algunas medidas positivas para combatir la segregación, la Ley aprobada cerrará la puerta a cambios estructurales y perpetuará las carencias del actual modelo educativo: competencias educativas limitadas, modelos lingüísticos que no euskaldunizan, un sistema universal de concertación sin límites, ausencia de laicismo y un sistema educativo dual que supone el subdesarrollo y segregación de la escuela pública.
Desde LAB seguiremos luchando con la misma determinación que durante todos estos años para que esta ley recién aprobada no perdure durante otros 30 largos años y Euskal Herria consiga las leyes educativas necesarias para lograr las transformaciones que necesita el sistema educativo y pueda ejercer su derecho a organizar su propia educación soberana.
Necesitamos un sistema educativo propio, organizado en una única red pública descentralizada y basado en el modelo de inmersión lingüística del euskera y en el Currículum Vasco y precisamos herramientas de transición para empezar a construirlo desde ya. La ley aprobada hoy en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa no es un instrumento para ello, sino una ley que va en la dirección contraria. Por lo tanto, desde LAB seguiremos influyendo mediante las herramientas de las que dispone la clase trabajadora.