Este 28 de junio LAB hace un llamamiento a la movilización. Llamamos a tomar las calles para apoyar las reivindicaciones del colectivo y también a defender el orgullo de querer libremente también en los centros de trabajo.
En este sistema heteropatriarcal capitalista, todo lo que se sale de la heteronorma es castigado. Los centros de trabajo no son ni lugares seguros ni cómodos para los y las trabajadoras en general, pero la precariedad desprotege a quienes no cumplen con el modelo hegemónico impuesto por el capital en el mundo laboral actual.
Estamos viendo con preocupación cómo en nuestros barrios, calles y lugares de trabajo se siguen dando diferentes agresiones LGTBI+fóbicas. Frente a ello, queremos reivindicar que la sexualidad es más que una opción legítima para vivir libremente: la entendemos como una elección que nos libera de los modelos y roles impuestos por el capitalismo heteropatriarcal. De hecho, lo que hace posible la división sexual del trabajo es una familia nuclear basada en la pareja heterosexual. La familia es una institución fundamental para la producción y reproducción del sistema actual.
LAB quiere ser una herramienta para el orgullo LGTBI+ de cara a poner garantías en el ámbito laboral. También en los centros de trabajo tenemos que luchar por el orgullo de amar libremente y por eso llevamos años desarrollando en las empresas propuestas en favor de las diferentes identidades sexuales y de género. Pero tenemos muy claro que si la erradicación de la discriminación sigue en manos solo de las empresas, el reconocimiento de los derechos seguirá siendo un mero formalismo.
Seguiremos en esta lucha para que se adopten medidas reales para que nuestra identidad y orientación sexual no sean castigadas ni discriminadas para vivir libremente y exigiremos discursos y políticas públicas eficaces que aseguren la libertad sexual en los centros de trabajo:
- Proponer y combatir cláusulas en la negociación colectiva. Las empresas están obligadas a adoptar medidas para evitar y prevenir todas las discriminaciones, incluyendo la discriminación por razón de diversidad sexual. Asimismo, deben establecer medidas y procedimientos concretos para prevenir conductas homófobas, recibir quejas y denuncias y dar una respuesta adecuada a las mismas.
- Incluir también elaboraciones específicas en los protocolos contra la violencia machista. Si bien ya lo solicitábamos anteriormente, la Ley 4/2023, de 28 de febrero, sobre igualdad real y efectiva de las personas trans y garantía de los derechos de las personas LGTBI, nos da garantías para ello.
- Incluir medidas concretas en los Planes de Igualdad para acabar con la discriminación. Además de sensibilizar teniendo en cuenta la realidad de la diversidad sexual, hay que asegurarse de que no se van a poner problemas ni barreras para tener unas condiciones de vida dignas, con el objetivo de favorecer la convivencia. La prioridad será reconocer y visibilizar la existencia de realidades diversas.