Ayer se celebró en el Parlamento Vasco una sesión monográfica sobre el reto demográfico. Una vez más, el gobierno de Urkullu ha preferido apostar por medidas de impacto limitado y aisladas antes que dar paso a debates de fondo y apostar por una estrategia integral a largo plazo.
LAB considera que no se puede dar respuesta al mencionado reto demográfico mediante políticas natalistas. Además, una vez más, a las mujeres nos dicen lo que tenemos que hacer con nuestros cuerpos, quieren que nos dediquemos a la reproducción. Resulta imprescindible llevar a cabo cambios de calado mediante políticas públicas fuertes y audaces para dignificar las condiciones de trabajo y de vida de las personas trabajadoras.
Detrás de las bajas tasas de natalidad, está la extensión de procesos de precariedad y empobrecimiento. Nos quieren hacer creer que el problema se sitúa en la baja natalidad o en su efecto en las pensiones. Pero no es cierto. El problema real es que no se nos garantizan unas vidas dignas.
Aún estando reconocido, el derecho a una vivienda digna y de calidad no está garantizado, el programa Gaztelagun no consigue que la emancipación de las y los jóvenes sea antes de los 30 años, la falta de reconocimiento de los trabajos de cuidado y que continúen recayendo en las mujeres, así como las condiciones laborales precarias en sectores feminizados persisten y no hay cambios en las políticas de desmantelamiento permanente de los servicios públicos.
Así las cosas, la ayuda directa de 200 euros por cada niño o niña recién nacida durante tres años puede ser un paso, pero es insuficiente si no hay una intervención contundente en los ámbitos antes mencionados. Asimismo, el compromiso de analizar los precios de cara al transporte público servirá de poco si no hay una estrategia decidida a favor del transporte público. Y por si fuera poco, PNV, PSE y PP votaron ayer a favor de retrasar la universalización y gratuidad del servicio del Consorcio Haurreskolak, aprobado por amplio consenso en el acuerdo educativo.
Más allá de las medidas concretas anunciadas, ¿cómo se puede pensar que el reto demográfico se abordará adecuadamente sin una propuesta en torno al sistema público de cuidados? ¿O sin iniciativas políticas para regularizar la situación administrativa de las y los trabajadores migrados procedentes de otros países? Es decir, en un momento de envejecimiento de la población, sin dignificar los trabajos de las cuidadoras, sin desfamiliarizar estos trabajos y sin apostar por un sistema público y comunitario; o sin garantizar que un número importante de personas actualmente en situación administrativa irregular vean garantizados sus derechos, no hay manera eficaz de afrontar el reto demográfico.
Por ello, en línea con las leyes a favor del Código Laboral Vasco y de la Seguridad Social propia, recogidas por LAB en su Programa Socioeconómico y presentadas en sede parlamentaria, entre otras cuestiones, apoyamos la propuesta de suspensión remunerada por cuidado, que se aumenten las inversiones en servicios públicos, así como apoyamos medidas para limitar el precio de la vivienda, y reivindicamos un acuerdo interprofesional para que se fije la jornada laboral de 30 horas y el salario mínimo interporfesional en 1.400 euros.
Hay que dignificar las condiciones de trabajo y de vida, desarrollar políticas públicas a favor de las vidas habitables y eso requiere de medidas de reparto del empleo, de los cuidados y de la riqueza, y sobre todo, de voluntad política.