El PNV ha ganado las elecciones del domingo. Este partido no oculta sus intenciones en los ámbitos socieconómico y laboral. En primer lugar, ha fomentado acuerdos antidemocráticos, contrarios a la palabra y la decisión de la mayoría de trabajadoras y trabajadores vascos. En segundo lugar, el partido jeltzale no muestra ninguna intención para hacer frente a los recortes e imposiciones que vienen de Madrid. El PNV, partido que tiene el neoliberalismo metido en su ADN, antepone los intereses del capital a costa de la vida y la dignidad de las personas. Por lo tanto, es una mala noticia que haya ganado el PNV.
Sin embargo, no todo es negativo. Nos alegramos del resultado de EH Bildu. Esta fuerza tiene las condiciones para convertirse en la herramienta política-institucional que necesita la izquierda soberanista.
En el nuevo parlamento habrá una amplia mayoría a favor del derecho a decidir, y eso también es motivo de alegría. Derecho a decidir, queremos decidir para impulsar cambios sociales.
No obstante, tras ver y escuchar lo que ha dicho y mostrado el PNV hasta la fecha, no parece que vaya a tener voluntad para fomentar y garantizar los acuerdos que necesita este Pueblo de forma urgente.
Por otro lado, cabe destacar el incremento de la abstención. Nos parece un asunto importante. Será necesaria la activación de todas y todos estos trabajadores que se han abstenido el domingo si se quiere construir una verdadera alternativa de izquierda. Ante la nueva legislatura que arranca ahora en la CAV, tenemos que recorrer un camino para construir alternativas desde la izquierda a favor de la paz, la democracia, la soberanía y la justicia social.