El departamento de Trabajo del Gobierno Vasco ha dictado una orden de servicios mínimos, subiéndolos al 100% en Bizkaia y Gipuzkoa, que en la práctica supone dejar sin el derecho a huelga a la plantilla subcontratada por el departamento de educación del Gobierno Vasco. "Hoy volvemos a nuestros puestos de trabajo, obligadas por las circunstancias. Pero lo hacemos fuertes y combativas. Esta crisis sanitaria finalizará, pero nuestra lucha no. Volveremos a la carga más fuertes que nunca y tened por seguro, que vamos a ganar", hemos declarado los sindicatos en la comparecencia convocada ante la sede del Gobierno Vasco en Bilbo.
El convenio que regula las condiciones de trabajo de esta plantilla venció en el año 2014. Desde el vencimiento del convenio han pasado más de cinco años, con infinitas reuniones de negociación en las que no se ha avanzado absolutamente nada. Por todo ello y ante la situación de grave precariedad que padece la plantilla, el pasado día 2 de marzo comenzó una huelga de 5 semanas en los centros mencionados.
Ayer el Departamento de Trabajo decidió anular el derecho fundamental de huelga de estas trabajadoras dictando una orden de servicios mínimos del 100% y dejando, por tanto y de facto, sin efecto la huelga. El argumento que esgrime para adoptar esta decisión se basa en criterios de salud pública al entender que estamos en una situación de riesgo ante la epidemia de coronavirus. Mientras el Gobierno Vasco aconseja a los trabajadores trabajar desde casa, a nosotras se nos obliga acudir a limpiar pese a estar en huelga.
Durante estas jornadas de lucha ha quedado constatada la importancia de la labor que desempeñamos. El servicio de limpieza es esencial dentro de la Comunidad Educativa. Cuando el personal de limpieza se pone de huelga la actividad docente no puede desarrollarse con normalidad. Y además, ante situaciones de crisis como la que estamos atravesando actualmente, se torna especialmente necesaria.
Queremos denunciar la actitud de los Departamentos de Trabajo y de Educación del Gobierno Vasco por la decisión adoptada. Estamos más que habituadas a que el Departamento de Trabajo vulnere sistemáticamente el derecho a la huelga de los colectivos feminizados, y en concreto, de las trabajadoras de la limpieza, pero en este caso la situación es mucho más grave; el Departamento de Trabajo decide directamente suprimir un derecho fundamental.
Si el Gobierno Vasco entiende que efectivamente existe un riesgo real y efectivo para la salud, lo procedente era ordenar la clausura de los centros educativos. En cambio, decide poner el peso de la responsabilidad sobre las mismas personas de siempre: las mujeres de la limpieza. La responsabilidad sobre los cuidados, sobre la salud y sobre la limpieza no puede recaer siempre en los mismos hombros. Nosotras también tenemos hermanas, hijas o primas en estos centros educativos y nos vemos igualmente afectadas por la situación.
Las limpieza es una profesión históricamente ninguneada. Pese a la las amenazas, la criminalización de la protesta y los servicios mínimos exacerbados que se han decretado hemos conseguido poner en el centro nuestras reivindicaciones. Contamos aún a día de hoy con el apoyo del colectivo estudiantil y docente y desde aquí queremos enviarles un cariñoso agradecimiento.
Asumimos con enfado y resignación, pero con responsabilidad, esta orden de servicios mínimos. Pero esa misma responsabilidad se la exigimos al resto de agentes implicados en este conflicto: a las empresas adjudicatarias, al Departamento de Educación y la UPV/EHU. Exigimos que pongan fin a este sinsentido y atiendan las legítimas reivindicaciones de un colectivo que ha demostrado ser esencial para la comunidad educativa. Existían alternativas a esta acción contrahuelga, como exigir una mayor implicación también a las empresas adjudicatarias.