Hace un año, las y los trabajadores de Ayra Cardan supieron que uno de los clientes más importantes, Mercedes, iba a rescindir su contrato, y en relación con ello, la productividad iba a bajar. En todo el año la empresa no ha buscado soluciones ni ha elaborado un plan paliativo sobre este problema y un año después de conocerse la noticia, concretamente el 28 de junio de 2024, la empresa presentó un ERE con 42 despidos, a las puertas de las vacaciones de verano.
Desde el principio, LAB pidió que se suspendiera el ERE y planteó la posibilidad de hacer presion mediante diversas movilizaciones, ya que había otras soluciones al problema de Ayra Cardan.
Podríamos dividir el problema de Ayra Cardan en dos partes: por un lado, tendríamos el problema estructural que surgió con la ida de Mercedes y, por otro, el problema puntual, provocado por la caída de las ventas. LAB tiene claro que la empresa ha aprovechado la situación para promover una ‘solución’ desproporcionada, parcial y totalmente interesada, ya que el sindicato tiene claro que también existían otro tipo de soluciones, alternativas que LAB ha planteado y combatido una y otra vez,;por ejemplo, medidas de flexibilidad y muchas más. También creemos que lo que ha ocurrido es un claro ejemplo más del capitalismo salvaje y sin escrúpulos que vivimos hoy en día, en el que ni se respeta ni se valora al colectivo obrero. La empresa que levantan a diario con su fuerza de trabajo y su sudor les ha dado, una vez más, la espalda y es la clase obrera la que ha sufrido los golpes.
Después de que la empresa jugara sus cartas, los sindicatos UGT y CCOO firmaron un expediente de regulación de empleo por el que 42 trabajadores han perdido sus puestos de trabajo y se han ido a la calle.