La tasa de paro es del 7%, lo que supone 98.000 personas en paro en Araba, Gipuzkoa, Nafarroa y Bizkaia. Lo que debería de suponer un dato optimista, sin embargo, no refleja la realidad del empleo. Es más, la correlación entre el paro y la calidad del empleo es cada vez menor. A día de hoy, crear empleo no implica superar la situación de precariedad, ya que el mercado laboral se está fortaleciendo sobre la precariedad cronificada en el empleo.
El empleo generado entre las mujeres* es precario en su conjunto
En el último trimestre 15.600 mujeres* han encontrado empleo, pero hay que tener en cuenta que el número de mujeres* que está trabajando a jornada completa ha descendido (2.400) y que hay 18.000 más en jornadas parciales. Por lo tanto, el empleo generado en Hego Euskal Herria entre las mujeres en el último trimestre ha sido en su totalidad a jornada parcial, o lo que es lo mismo: precario.
Se ha incrementado el número total de jornadas parciales, en el último trimestre se han creado 31.500 empleos a jornada parcial. De esta forma, el 16,2% de la población actualmente ocupada lo hace a jornada parcial, siendo mayor la proporción entre las mujeres* (25,4% de las mujeres a jornada parcial frente al 7,7% de los hombres).
21.700 mujeres* inactivas (fuera del mercado laboral) dedicadas al trabajo doméstico en el último año han pasado a ser activas, a buscar empleo, y el empleo que han conseguido ha sido precario. Siendo la responsabilidad principal de las tareas domésticas de la mujer*, ésta, impulsada por la precaria situación de la unidad o familia, ha realizado un tránsito hacia un mercado laboral que le ofrece unas condiciones laborales precarias, forzada a una doble jornada precaria
A pesar de la caída del número de personas paradas de larga duración desde el año pasado, la proporción aumenta, siendo mujeres* en su mayoría (56,4% entre las y los parados de larga duración), lo que indica que tienen mayores dificultades para salir de la situación de desempleo.
Las y los jóvenes han abandonado el mercado laboral
En el último trimestre, un total de 10.100 jóvenes menores de 25 años, entre los que 8.000 son hombres, han pasado de ser activos a inactivos, lo que significa que se han situado fuera del mercado laboral por diferentes motivos (entre ellos, rechazar el empleo precario que les ofrece el mercado laboral y seguir formándose con la esperanza de conseguir un empleo de calidad en el futuro). En la actualidad, la tasa de paro juvenil se mantiene en valores muy altos, en el 19,5%.
La destrucción del sector industrial no cesa
El aumento del paro registrado en el sector industrial es grave, con un aumento del 17,24% respecto al año anterior (1.500 personas paradas más). Siendo una industria estratégica tanto para el desarrollo como para la soberanía de un país, creemos que habrá que analizar con cautela las causas que están detrás de esta tendencia y tomar medidas.
También ha bajado el número de personas paradas de larga duración, pero dadas las características del empleo emergente se puede decir que se han embarcado en un mercado laboral precario. Entre la población que lleva un año o más sin trabajar, la mayoría son mujeres* (46,6%).
Por tanto, el paro desciende entre sectores especialmente precarios (servicios) o población en situación vulnerable (jóvenes, mujeres* y migrantes). Si lo cruzamos con las precarias características del empleo que se ha creado (jornadas parciales, aumento de los contratos temporales…), la consecuencia es tan clara como grave: el empleo emergente es precario.
El sindicato LAB viene advirtiendo que el paro ha dejado de ser un indicador de la situación del empleo. A pesar de que cada vez hay más ciudadanas y ciudadanos trabajando, cada vez hay más en una situación precaria, desgraciadamente, sin ingresos suficientes para garantizar una vida digna. Analizando las tendencias de los últimos meses podemos confirmar que no estamos ante un hecho puntual. La precariedad es estructural en el mercado laboral, se han cronificado las condiciones laborales precarias y sobre ellas se está construyendo la relación laboral y el modelo socioproductivo.
El sindicato LAB ha llegado al 50 aniversario con la mayor afiliación y representación de su historia. Utilizaremos esta fuerza en la lucha por un nuevo modelo que transforme la situación y mejore las condiciones de trabajo y de vida de las y los trabajadores.