En la Mesa General celebrada el pasado viernes el Departamento de Educación ha anunció el número de plazas que sacará al proceso de estabilización y cuyas convocatorias deberá publicar antes del 31 de diciembre de 2022. Se trata de 766 plazas en total, de las que casi la mitad, el 46%, irán destinadas al PAI, lo que excluye a muchos y muchas docentes que, a pesar de conocer y manejar perfectamente nuestras lenguas propias, de contar con años de experiencia y de haber superado pruebas selectivas, carezcan de titulación de C1 en lenguas extranjeras. Ello supone una discriminación que desde LAB queremos denunciar rotundamente.
También queremos criticar el oscurantismo que ha mantenido el Departamento de Gimeno en todo el proceso de estabilización extraordinario para reducir la temporalidad en la Administración. Insistentemente hemos solicitado a Educación la información sobre las plazas, así como que negociara con nosotras, pero no ha hecho ni lo uno ni lo otro. Su secretismo e indisposición para negociar han sido férreos. Llevamos meses solicitando esa información, y hasta el viernes no obtuvimos respuesta y ni siquiera dijeron cuáles son las plazas, ni han especificado las especialidades, información que también les hemos demandado porque, sin duda, interesa al personal docente. Además, tal y como temíamos, casi la mitad de las plazas las han destinado a la estabilización del PAI, valiéndose de la ley foral ideada por el PSN y de la ley de temporalidad, discriminando a muchos y muchas docentes.
La malicia, sin embargo, no acaba aquí. Aunque nos han ocultado información, sabemos que hay plazas estructurales que no van a sacar a estabilización, aunque no hayan facilitado cuáles. En LAB queremos denunciar que, de esta manera, la plantilla docente no se va a estabilizar en absoluto y que va a ser imposible reducir la tasa de inestabilización al máximo del 8%, objetivo de la ley. Asimismo, el Departamento de Educación debería explicar la razón para no sacar esas plazas, ¿por qué no las quiere estabilizar?
Finalmente, LAB quiere manifestar también su más profundo rechazo a la gestión del Departamento del asunto de la religión, del que el profesorado interino vuelve a resultar, una vez más, damnificado. En un estado laico, donde la religión debería estar fuera de la escuela, se reservan muchas horas a los profesores y profesoras de religión, que no son trabajadores seleccionados por Educación, sino por la Iglesia, siguiendo un proceso carente de transparencia, al contrario que el que sí se exige al resto de docentes, quienes deben superar pruebas basadas en los principios de “igualdad, mérito y capacidad”. Esas plazas de trabajo deberían corresponder únicamente a estos y estas últimas.
Como salta a la vista, el profesorado interino en situación de temporalidad resulta una vez más perjudicado por decisiones del Gobierno de Navarra y del Departamento de Educación, ya sea por el PAI o por la religión. No hay derecho a que estos trabajadores y trabajadoras que llevan años en la Enseñanza y que han tenido que demostrar su capacidad en diferentes (y, a menudo, numerosas) pruebas vuelvan a resultar víctimas de las decisiones erróneas adoptadas según intereses partidistas y propios. Entendemos que la igualdad, el mérito y la capacidad deberían ser exigibles a todos y todas sin agravios.