El 25 de octubre ocurrió lo que se podía prever. UGT y CCOO, los sindicatos del régimen, firmaron con su principal aliado, la patronal, un convenio que no responde a las necesidades e intereses de la clase trabajadora. Hoy hemos celebrado una asamblea de delegadas y delegados del sector de LAB para explicar el acuerdo alcanzado y compartir la valoración que hacemos.
Nos parece muy importante a la hora de valorar el resultado, remarcar que se trata de un convenio negociado sin ninguna voluntad de lucha por parte de la mayoría sindical. Esto supone directamente que cualquier resultado obtenido, como el de la subida salarial, podría haberse mejorado y se ha renunciado a ello, por lo que la valoración que hacemos desde LAB no puede ser buena.
Y nos parece especialmente grave el “peaje” que se ha pagado por varios puntos vendidos como logros. Uno de estos “peajes”, el más claro, es la nueva regulación de la flexibilidad, aumentando ésta, facilitando su uso y precarizando la compensación de la misma. Pero este no ha sido el único, también hay que destacar que se han quedado en el camino cuestiones que, teniendo en cuenta la realidad del sector, son fundamentales como la subrogación, la limitación del uso de las ETTs, la reducción de jornada… Este último nos parece un tema indispensable para el futuro, para el mantenimiento del empleo y el reparto de las tareas de cuidados.
Debemos aclarar también que algunas cuestiones que se han expuesto como logros son puntos que se recogerán en el convenio como recomendaciones; es decir, nada. Entre ellas, la posibilidad de reducir la jornada a los 55 años, pero con reducción de sueldo, con lo que se reduciría la pensión.
Aunque lo acordado no es lo que quisiéramos, ahora es el momento de mirar hacia delante, y en ello hay que señalar dos cuestiones. Por un lado que los convenios sectoriales son convenios basados en la unidad y que deben proteger al mayor número de trabajadoras y trabajadores; por eso entendemos que, como comenzamos a reclamar hace ya unos meses, convenios como los de Fontanería y Talleres de Reparación (las negociaciones de ambos están abiertas, pero bloqueadas) deberían volver al Metal para dar más apoyo a estos pequeños sectores y sumar más fuerza en el próximo convenio del Metal a favor de un convenio digno. Y por otro lado, tenemos que empezar a trabajar para que desaparezca la mayoría de UGT y CCOO en el Metal (53%) que ha demostrado que poco puede aportar a la mejora de las condiciones laborales de la clase trabajadora, para lo cual será fundamental el periodo concentrado de elecciones sindicales 2022-2023.