Por fin un trabajador o una trabajadora cobrará y tendrá los mismos derechos trabaje en Bilbo o en Legutio, en Irun o en Gasteiz. Por fin se ha conseguido la tan necesaria equiparación de los tres herrialdes, que, trabajando en la misma comunidad autónoma y para el mismo cliente (el Departamento de Salud), mantenían unas diferencias totalmente vergonzosas. Por fin nos hemos dotado de un paraguas común para todas y todos los trabajadores del sector de la CAV, que garantiza un mínimo para todas y todos.
Pero, además, es un freno, un pie en pared por parte de este sector a la estatalización que tanto el gobierno de Madrid como los sindicatos estatales, empresas e instituciones aspiran a imponer a nuestro país. Algo que tiene una importancia capital para mantener nuestro derecho a negociar en Euskal Herria nuestras condiciones de trabajo, que nos permita mantener nuestra calidad de vida, amenazadas por las rebajas que ya en su día intentaron imponernos ciertos empresarios, apoyándose en esta estatalización.
LAB ha impulsado este convenio desde el principio. Fue el sindicato que llamó a las primeras reuniones, tanto al resto de sindicatos para poder preparar una plataforma conjunta, como a la conformación de la mesa de negociación (pese a no ser el sindicato mayoritario). Se han mantenido infinidad de reuniones con todas las partes de esta negociación, incluida la parte que no aparece en las actas oficiales (Gobierno Vasco, tanto el Departamento de Salud como el de Trabajo). También ha sido el que ha llevado el peso de mantener viva la necesidad del convenio de la CAV, haciendo frente a la posición intransigente de las empresas y del Gobierno Vasco, y a los intereses de otros sindicatos.
Y hay que recordar que la firma de este convenio no ha venido caída del cielo. Detrás de él están 5 años de huelga de las y los trabajadores de Araba, apoyados en todo momento por LAB, que no ha cejado en mantener una lucha sorda a pesar de no ver los resultados a corto plazo que todos deseábamos. Tampoco hay que olvidar que el origen de este convenio está en otra lucha de las y los trabajadores en la calle, como fue la huelga de más de 40 días que dio lugar a la firma del último convenio de Bizkaia, en el que en su cláusula adicional segunda quedaba recogida la formación de la mesa de negociación que ha dado lugar a este convenio. Todo avance tiene su lucha y toda lucha tiene su recompensa.
Este es el primer convenio autonómico, la base común que nos tiene que permitir seguir avanzando desde un suelo solido que nos facilite saltar hacia adelante, hacía un futuro en el que sigamos buscando los objetivos finales de LAB, que no son otros que la equiparación total en salarios y condiciones con el personal de Osakidetza. Cada objetivo tiene sus pasos, y con este convenio, además de mejorar nuestras condiciones de trabajo, damos el primer paso para conseguir la equiparación, al conseguir un marco común de negociación para todos los herrialdes.
LAB agradece su apoyo a todas y todos los trabajadores, porque sin su fuerza este convenio habría sido imposible.