El comité de empresa de la empresa conservera ha comparecido en Bermeo para informar que el pasado mes de noviembre la empresa Sálica comunicó al comité de empresa su intención de iniciar otro Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), el segundo consecutivo. Así, ha denunciado que al igual que en el 2023, las personas trabajadoras de Sálica vuelven a ser las que pagan las consecuencias de la falta de un plan estratégico que de rumbo a la empresa. Una vez más se vuelve a utilizar la “herramienta” del ERTE como instrumento principal para tener una mayor flexibilidad.
El año pasado, cuando se vieron por primera vez en esta situación, la empresa comunicó a la plantilla que se trataba de un hecho coyuntural. Han señalado que, durante este año, la falta de organización ha supuesto que el ERTE sea un elemento para que las personas trabajadoras de Sálica estén a disposición de las necesidades de la empresa, es decir, flexibilidad a la carta. Y la comunicación del segundo ERTE consecutivo les dejó claro que no se trataba de una situación coyuntural sino que la necesidad de la flexibilidad puede acabar siendo estructural.
Históricamente han tenido una contratación y unas condiciones más estables que las empresas de su sector. En Sálica, a diferencia de otras empresas, no se utiliza la modalidad de contratación de fijas discontinuas y la gran mayoría de las 170 personas que forman parte de la plantilla son fijas a tiempo completo. Esto es así, principalmente, porque la plantilla y el comité siempre han estado dispuestas a defender sus derechos y las mejoras conseguidas a lo largo de estos años. La organización sindical interna ha sido un factor fundamental para conseguir y consolidar estos derechos. Y ahora, ante esta situación de incertidumbre no va a ser diferente.
El impacto tanto económico como social que están generando estos casi 14 meses de ERTE sobre la plantilla comienza a ser muy inquietantes. La incertidumbre que esta situación está provocando, sumada a la reducción de los ingresos que están sufriendo las trabajadoras, son insoportables, así como el consumo de prestación por parte de la seguridad social. Esto no afecta únicamente a la plantilla de Sálica sino a todas las personas trabajadoras del sector, que pueden ver cómo sus condiciones de trabajo y de vida empeoran por la avaricia empresarial, ya que Sálica siempre ha sido referente para el sector de Conservas de Bizkaia.
La importancia que tiene el sector de conservas en la comarca de Busturialdea y sobre todo en Bermeo es conocido y Sálica ha sido y es referente en materia de condiciones laborales para las trabajadoras del sector. La lucha de su plantilla es para mantener y mejorar esa referencialidad. No podemos obviar que es un sector que mayoritariamente está ocupado por mujeres. Lo que supone, otra vez más, la precarización de los derechos de este colectivo, que lleva muchos años luchando para acabar con la brecha de género. “No cederemos, por lo tanto, a las resistencias de nuestra empresa, que está demostrando que no esta dispuesta a perder sus privilegios”, han señalado desde el comité de empresa.
Las trabajadoras de Sálica no están dispuestas a permitir que una mala gestión empresarial eche por la borda el esfuerzo de las trabajadoras de hoy y de ayer en la lucha por mantener sus derechos, y sobre todo, un puesto de trabajo fijo y ordenado que nos permita vivir de su trabajo.
Por ello, es su intención hacer partícipe de la situación que están viviendo a cuantas instituciones las quieran recibir. Por que esta no es solo la batalla de la plantilla de Sálica, de Bermeo o de la comarca, es la lucha de toda la sociedad en su conjunto.
Por eso han trasladado su total rechazo al ERTE impuesto por la empresa. Exigen que se les presente un plan estratégico integral y no parcial. Piden que se garanticen todas las mejoras en derechos conseguidos a lo largo de los años, para vislumbrar un futuro de estabilidad que les permita tener una vida digna trabajando en su fábrica.