Aunque las aulas se abrirán en pocos días, el ciclo 0-3 sigue en el olvido, marginado. Si muchas escuelas tenían grandes necesidades antes, las circunstancias actuales han hecho que ahora sean mucho mayores. Para superar todas esas necesidades, el ciclo requiere de cambios estructurales.
Ha llegado el momento de abrir las aulas y de nuevo las y los trabajadores del ciclo 0-3 nos sentimos olvidados y desprotegidos.
Hasta ahora, eran muchas las escuelas que se las veían y deseaban para poder trabajar de manera digna y adecuada. Hoy en día, sin embargo, su situación es mucho peor debido a la Covid y a las medidas de seguridad que la lucha contra ésta requiere.
Por un lado, se nos pide que cumplamos con un protocolo deficiente, diseñado sin tener en cuenta las necesidades del alumnado y del personal educador, ni tampoco las características propias de este ciclo. Además, no se aporta ningún recurso: los ratios y los espacios se han mantenido iguales, cuando se supone que hay que mantener distancias y evitar aglomeraciones; no se ha contratado nuevo personal, ni educador ni de limpieza, aunque se supone que es necesario realizar labores de limpieza más profundamente y con mayor frecuencia.
Por otro lado, nuestro ciclo tampoco se ha visto agraciado con las escasas ayudas que han llegado al segundo ciclo de Educación Infantil. Y todo esto hace que nos sintamos, de nuevo, totalmente marginados.