No podemos callarnos ante estos hechos tan graves. Esta sociedad no pone en el centro nuestras vidas, no nos deja conciliar nuestra vida laboral con la familiar. He aquí la derrota de las medidas de conciliación. Ni qué decir en hostelería, donde estamos obligadas a aceptar condiciones laborales precarias en defensa del puesto de trabajo, condicionando nuestras vidas privadas a horarios flexibles y sin límites.
El sistema hetereopatriarcal utiliza diversas herramientas para callarnos, para ser obedientes y cumplir con los roles de género impuestos, también en el mundo laboral, donde se nos expulsa del mercado laboral para atender los cuidados. En este caso, se cruzan la relación de poder con la relación jerárquica, despidiendo a una trabajadora con despotismo por querer ser madre.
Desde LAB no vamos a dejar pasar ni un caso. Denunciaremos todos los casos y todas las empresas. Protegeremos a las mujeres que denuncian, las ayudaremos y nos tendrán a su lado, porque sabemos que el sistema se alimenta de nuestros miedos.
Este caso, además de traerlo a la opinión pública lo hemos denunciado jurídicamente. Pero en esta ocasión, no solicitamos la incorporación de la trabajadora. No queremos trabajar con jefes así. QUE SE VAYA AL HIGO ÉL Y SU BAR. ¡NOS PLANTAMOS ANTE EL BAR PROST!
Seguiremos trabajando para que el mundo laboral también sean puntos libres de violencia machista y discriminaciones. Seguiremos impulsando un sindicalismo feminista para un nuevo modelo socio-laboral.