Este año salía a concurso la gestión del albergue para personas sin hogar de Pamplona. Este centro atiende a las personas en alta exclusión social que tienen una gran y diversa problemática.
Este año, nuevamente, la partida ha sido incrementada, muy buena noticia. Pero tras ver la resolución se queda un sabor agridulce. La empresa que ha ganado el concurso ha sido quien más ha bajado los precios y la que ha obtenido la peor puntuación técnica.
Entre los criterios aparece la mejor relación calidad-precio. Y esto que a priori suena muy bien, puede convertirse en el típico meme de cuando compras algo por internet, entre lo que esperas y lo que recibes en realidad. Así, lo económico una vez más pesa demasiado, aun cuando tengas la peor puntuación técnica de los 4 proyectos presentados, bajar mucho el precio puntúa mucho.
No deja de sorprender que para estos proyectos y recursos sociales, que nunca debieron ser privatizados, las instituciones tengan en mente la intención de ahorrar. El Ayuntamiento calcula cuánto cuesta el recurso, separa el dinero que va a necesitar para ello en las partidas presupuestarias y teniendo todas las cuentas cuadradas dice: a ver quién me lo hace más barato…. con los 140.000€ ahorrados tendremos para poder comprarnos una bandera gigante.
Desgraciadamente, este año ha ganado el proyecto que peor puntuación ha sacado en la parte técnica, pero, como era el más barato, se llevaron la puntuación máxima en ese apartado… El ayuntamiento ha adjudicado a Grupo 5, un fondo buitre estatal, la gestión del albergue de Personas Sin Hogar de Pamplona. Y aquí nuevamente los que pierden son las personas más vulnerables, la plantilla que les atiende y la ciudadanía en general.
No se puede hacer lo mismo con menos dinero. Creemos que es hora de parar el empeoramiento de la calidad de los servicios sociales, estaría bien que esta máxima fuera un mínimo denominador común de todas las fuerzas políticas, pero aquí se ve cuáles son las prioridades de cada cual. Es hora de mirar hacia la publificación de todos los servicios públicos, no de meter fondos buitre a hacer negocio con las personas en exclusión social.