A principios de septiembre, tres monitores deportivos pertenecientes al Centro Deportivo Arrate de Iruña Oka recibieron una carta por parte del Ayuntamiento en la que se les comunicaba escuetamente la decisión de reducirles la jornada sin explicación alguna.
Este servicio que estuvo subcontratado hasta el pasado marzo pasó a ser gestionado directamente por el Ayuntamiento, por lo que estas personas trabajadoras pasaron a pertenecer a la plantilla del Ayuntamiento de Iruña de Oka.
El Ayuntamiento ha procedido a aplicar una modificación sustancial de las condiciones de trabajo de dichas personas, viéndose reducida su jornada a la mitad, con la consiguiente disminución de su salario de forma proporcional.
Desde el sindicato LAB denunciamos tanto la medida como las formas empleadas por el Ayuntamiento de Iruña de Oka; por una parte, el elevado recorte de las jornadas que supone para esas personas trabajadoras, lo que deja su continuidad en el aire. Y por otra parte, resulta del todo vergonzoso el modo de proceder de esta administración pública, a la que se le presupone una mayor sensibilidad respecto a los derechos que asisten a la plantilla; el equipo de gobierno, con su alcalde “socialista” a la cabeza, ha actuado como cualquier empresa privada suele hacer: sin diálogo o consulta previa, ha notificado de la noche a la mañana a las personas afectadas una drástica reducción en sus condiciones de trabajo.
En el último pleno, el alcalde Michel Montes fue interpelado por la medida aplicada. Éste, sin embargo, en vez de buscar soluciones, defendió la medida con los mismos argumentos que podría haber dado cualquier empresario que se precie; en vez de hablar de un recorte puro y duro, habló de una “optimización” del servicio, obviando su responsabilidad en la pésima gestión del servicio e instalación.
Resulta del todo reprobable la actitud mostrada por la corporación municipal hacia estas personas. Aún así, los mencionados trabajadores y trabajadoras no se van a quedar de brazos cruzados, ya que tienen la determinación de defender sus puestos de trabajo. Desde LAB hacemos un llamamiento al diálogo para evitar medidas traumáticas como las impuestas.