La cesión del frontón de Lakua03 por parte del Ayuntamiento de Gasteiz a Osakidetza para realizar la vacunación empuja al paro a las personas trabajadoras del servicio del control y limpieza del mencionado frontón.
El pasado mes de abril el Ayuntamiento de Gasteiz cedió el frontón de Lakua03 al Servicio Vasco de Salud para habilitarlo como “vacunódromo”, punto de referencia de la campaña de vacunación contra el Covid-19 en Araba. De esta forma Osakidetza ha pasado a gestionar toda la instalación.
Este hecho ha supuesto que la empresa concesionaria del servicio del control y limpieza del frontón, Disport Eki, haya aplicado un ERTE a los y las cancheras que trabajan en la instalación. Tres personas que, sin comerlo ni beberlo, se ven abocadas al paro durante un mínimo de 6 meses. Estamos hablando además de unas personas con unos salarios bajos, un factor de consolidación de la precariedad.
Una vez más vemos cómo la principal institución municipal vuelve a olvidarse de las personas trabajadoras de las subcontratas del Ayuntamiento. Una vez más, observamos cómo una administración deja tiradas a trabajadoras y trabajadores.
¿Alguien ha pensado con antelación en las consecuencias que acarrearía a estas personas la cesión de la instalación a Osakidetza? ¿Por qué ningún responsable del Ayuntamiento se puso en contacto con las personas trabajadoras o con la empresa concesionaria del servicio para preocuparse de las repercusiones que pudiera tener la cesión de la instalación?¿Tan difícil hubiera sido haber mantenido a estas tres personas trabajando en la instalación, haciendo gran parte de las labores que ya venían realizando, como son la apertura y cierre de la instalación, el control de acceso o la limpieza de ésta?
Es por ello que, desde el sindicato LAB, queremos denunciar la carencia de planificación y la improvisación con la que actua el Ayuntamiento de Gasteiz, así como la desprotección a la que aboca una vez más al personal de las subcontratas de un servicio público.