Estos últimos días la centralidad la ha tenido el tema político, pero nosotras también querríamos poner nuestra atención en los temas sociales. Analizando el acuerdo de gobierno que han firmado ambas fuerzas y las medidas que han anunciado en los ámbitos social y laboral el acuerdo es totalmente insuficiente.
No responde a las reivindicaciones de cara a la huelga general convocada por la Carta de Derechos Sociales de Euskal Herria el próximo 30 de enero, ya que no se recogen ni el salario mínimo de 1.200 euros, ni la pensión mínima de 1.080 euros, ni medidas concretas para hacer frente a las jornadas parciales impuestas, ni el hecho de dar la prioridad a los convenios de aquí ni la actualización de las pensiones en función del IPC (esto aparece vinculado a la sostenibilidad).
El acuerdo contiene alguna medida aislada de carácter positivo, pero no hay ninguna decisión de derogar las últimas reformas laborales (2010 y 2012) y de pensiones (2011 y 2013). No podemos olvidar que la reforma laboral de 2010 y la de pensiones de 2011 corresponden a la época de Zapatero. En definitiva, el acuerdo recoge muchas buenas intenciones y pocas concreciones.
Entre las generalidades, persiste un punto que nos preocupa mucho, el hecho de que no se limite la centralización de las relaciones laborales y la estatalización de la negociación colectiva. Por la vía de los convenios estatales, están limitando la capacidad de decidir de los y las trabajadoras de Euskal Herria.
En consecuencia, nos encontramos lejos de las reivindicaciones de las fuerzas sociales y sindicales reunidas en torno la Carta de Derechos Sociales y esto lleva a LAB a redoblar sus esfuerzos por la huelga general convocada por un trabajo, una vida y unas pensiones dignas. Además, queda en evidencia el hecho de que hay que reforzar el Marco Vasco de Relaciones Laborales y Protección Social, porque es aquí donde queremos decidir, entre otras, nuestras condiciones de trabajo y nuestras pensiones.