En términos netos, durante el último mes el paro ha disminuido en 559 personas, lo que supone un 0,4% menos que en septiembre. Sin embargo, este descenso sólo ha tenido reflejo en Bizkaia, entre las mujeres y, fundamentalmente, gracias a la evolución del sector servicios.
Como contrapunto, cabe destacar que únicamente 8 de cada 100 contratos firmados son indefinidos, y el 56% de los temporales de duración determinada tiene una vigencia inferior o igual a una semana de duración.
Además, según Eurostat el porcentaje de contratos temporales convertidos en indefinidos es de los más bajos de la Unión Europea. De manera que la temporalidad, más que una “puerta” a la inserción laboral, se ha convertido en un instrumento de precariedad laboral permanente.
De hecho, una de cada cuatro personas asalariadas en Hego Euskal Herria tiene una relación contractual de carácter temporal. Esto nos sitúa a la cabeza de Europa en temporalidad, tan sólo por detrás del Estado español.
Por otro lado, la última crisis puso de manifiesto que la debilidad del empleo está asociada a la temporalidad laboral. Durante el periodo más duro de la recesión en la Unión Europea se perdieron más seis millones de puestos de trabajo, más de la mitad de ellos en el Estado español.
Ahora bien, si en el Estado se perdieron el 17% de los puestos de trabajo, también en Hego Euskal Herria se destruyó cerca del 16% el empleo existente antes de la crisis.
Por esa razón, diez años después del inicio de la gran crisis, con muchas heridas sociales aún sin cerrar, y a la vista de las continuas advertencias sobre el riesgo de una nueva recesión, es obligado insistir en la denuncia de estos elevados niveles de temporalidad.