Ayer, 6 de octubre, en la localidad navarra de Funes, un trabajador de 29 años sufrió un grave accidente y ha fallecido hoy, debido a las graves heridas sufidas. Una máquina atrapó el brazo al operario y este tuvo que ser liberado por las y los bomberos para su posterior traslado al hospital. Hoy ha muerto en este lugar. Desde el sindicato LAB queremos mostrar nuestro dolor y solidaridad a familiares, amistades y compañeros y compañeras del trabajador fallecido.
En Euskal Herria, año tras año, el número de accidentes laborales es enorme, y en Nafarroa la situación es aún más grave. Detrás de estos accidentes están los incumplimientos de la patronal. A pesar de que la normativa preventiva lleva casi tres décadas en marcha, a la patronal le sale muy barato actuar ilegalmente, porque nadie la sanciona. La patronal antepone el capital a la vida, a nuestras vidas. Hay que destacar que este accidente se ha producido en domingo y está por dilucidar el grado de precariedad que pudiera haber tras el mismo.
Las máquinas son uno de los causantes de accidentes graves. A pesar de que desde 1997 una directiva europea introdujo una estricta reglamentación de máquinas en todos los estados, la realidad es que todavía hoy en día, la mayoría de las máquinas de las empresas no cumplen la normativa y siguen siendo peligrosas.
El Gobierno Nafarroa Navarra tiene una responsabilidad clara en esta situación, el Gobierno de Chivite debe asumir de una vez por todas la competencia de inspección de trabajo y poner todo su empeño en cumplir la normativa. Actualmente sólo hay 10 inspectoras e inspectores de trabajo en Nafarroa y su presencia es testimonial. En cambio, se gastan cientos de miles de euros en estériles campañas de prevención que no tienen ningún efecto. Hay que acabar con esta dinámica que garantiza la muerte.
De esta manera, desde la intersindical queremos hacer un llamamiento a participar en las iniciativas que se van a llevar a cabo en los próximos días.
Un fallecido no traumático la semana pasada en Bilbao
El trabajador C.F.M.D, de 63 años, que se dedicaba a los seguros, apareció muerto en su oficina de Bilbao el 30 de septiembre. Según informes oficiales, murió en un accidente no traumático.