LAB ha tenido conocimiento de que el pasado día 8 de septiembre falleció el trabajador F.T. de 54 años, como consecuencia del accidente laboral muy grave que sufrió el día 5 de septiembre. Según parece, un árbol le golpeó en la cabeza mientras trabajaba en un área forestal en Elorrio. El trabajador fallecido trabajaba en la empresa Explotación Forestal Zaldupe S.L. de Gueñes.
Con esta muerte ya son 36, como mínimo, las y los trabajadores fallecidos este año en accidente laboral. Cabe destacar que una vez reiniciada la actividad laboral normal tras las vacaciones, en el plazo de 9 días 4 trabajadores han fallecido en su puesto de trabajo.
En primer lugar, desde el sindicato LAB mostramos toda nuestra solidaridad a familiares, compañeras y compañeros, amistades y personas allegadas del fallecido.
Queremos denunciar que siendo el sector forestal un sector que ocupa a pocas trabajadoras y trabajadores, cada año suceden muertes en este sector. En el caso de Bizkaia y Gipuzkoa, la viabilidad de las empresas es limitada a pesar de contar con normas forales hechas ad hoc para ellas. La explotación maderera intensiva se basa en relaciones laborales precarizadas para poder obtener beneficios. Así, en lugar de poner medios de seguridad laboral, se ahorra en ellos. Plantillas reducidas, trabajo en solitario en el bosque, ausencia de recursos preventivos, falta de formación, herramientas de trabajo inadecuadas, trabajos en zonas de fuerte pendiente, ritmos de trabajo muy altos, jornadas muy largas (con el cansancio que esto provoca) y un largo etcétera están detrás de dichos accidentes. Evidentemente, estos son factores añadidos a los riesgos que encierra la propia actividad.
Por todos y todas es sabido, incluso por las y los inspectores, que la mayoría de las empresas que en este mismo momento siguen trabajando en el sector forestal en Euskal Herria no están cumpliendo con sus obligaciones de salud laboral. Es por ello que exigimos a la Diputación Foral de Bizkaia, Osalan y Gobierno Vasco medidas especiales en el sector forestal, pues son, junto con la Inspección de Trabajo, los que tienen la llave para empezar a cambiar la situación.