Mañana y pasado (13 y 14 de diciembre) también están llamadas a la huelga las trabajadores de las residencias de mayores.
Tras casi tres años intentando negociar con la patronal una mejora de condiciones para las personas trabajadoras del sector, que se recojan en el que sería el primer convenio provincial de residencias y viviendas comunitarias de Araba, nos encontramos desde el pasado mes de marzo ante una situación de bloqueo en las negociaciones.
La manifiesta precariedad de un sector tan esencial como de residencias y viviendas comunitarias de Álava es insostenible, las patronales ACRA, GESCA y LARES no puede seguir obviando la patente necesidad de mejorar las condiciones laborales del sector, reiterando una propuesta de negociación que se encuentra muy alejada de las reivindicaciones de las personas trabajadoras del mismo y que desde la parte social de este conflicto no podemos asumir, ya que ello supondría perpetuar dicha situación de precariedad.
Como venimos trasladando, desde que empezó la negociación del I. convenio sectorial de residencias y viviendas comunitarias de Araba, es urgente un acercamiento a las peticiones de las trabajadoras del sector, una mejora muy significativa en los salarios, que se garantice el poder adquisitivo, una reducción de jornada sustancial, ya que la actual es absolutamente insostenible e incompatible con la vida, así como otras mejoras sociales que dignifiquen la esencial labor de las trabajadoras del sector.
Desde la parte social de este conflicto, los sindicatos ELA y LAB manifestamos nuestra disposición a retomar las negociaciones en busca de nuevas vías y fórmulas para avanzar en las mismas e instamos a las patronales ACRA, GESCA y LARES a actuar con sensatez y considerar nuevamente las condiciones que actualmente se encuentran encima de la mesa.
Las trabajadoras del sector lo han manifestado claramente en las 30 jornadas de huelga y la ciudadanía lo dejó claro también el pasado 30 de noviembre en la huelga feminista general, necesitamos poner los cuidados en el centro de la vida, de la sociedad y de las instituciones. Esto no puede continuar así. Por eso queremos que se ponga en valor la grandísima y valiosísima labor que hacen todas las trabajadoras del sector mediante un primer convenio provincial que establezca una base para unas condiciones laborales dignas.
Las trabajadoras lo han dejado claro, no quieren propuestas que ronden el salario mínimo interprofesional para las categorías más bajas, no quieren trabajar en el 2028 la barbaridad de 1742 horas, no quieren propuestas de que una gerocultora cobre 1340 euros brutos en el 2028, no queremos excusas y queremos buena voluntad, lo que nos ha faltado hasta ahora.
Por último, queremos interpelar a la Diputación Foral también para que deje de mirar para otro lado y se encargue de mediar en este conflicto que, aunque no lo reconozca, tiene una responsabilidad directa en todo esto. Urtaran, es hora de que materialices tus palabras en hechos, de que las palabras no se digan de cara a la galería, de que obligues a las empresas a mejorar sustancialmente y significativamente las condiciones de las trabajadoras del sector y de que los 8,2 millones que tienes en los presupuestos del 2024 para el proyecto de asistencia integral en las residencias, los inviertas en mejorar las condiciones de las trabajadoras del sector.
No queremos cerrar este comunicado sin volver a recalcar la disposición de la parte social para continuar con las negociaciones.