Diferentes conflictos, mismo problema: 352 despidos sobre la mesa de negociación

«Cada vez son más los conflictos laborales que evidencian la necesidad de dar una alternativa integral a este ciclo de reformas laborales y sociales en Euskal Herria.

La práctica de las reformas impuestas facilitando los despidos y destruyendo el derecho a la negociación colectiva, demuestra que se han generado las condiciones para que el capital pueda seguir acumulando, y para ello no duda en robar empleo, salario y derechos laborales; en definitiva, aprovechándose de la crisis para sentar las bases de un nuevo modelo de relaciones laborales sin derechos y mucho más precario.

Son muchos los casos que evidencian esta situación. Dos de ellos son Guardian Laudio y Bridgestone. Dos empresas tractoras en términos económicos por su peso en la economía de la comarca, internacionalizadas, plenamente solventes, con beneficios astronómicos y que no dudan en repartir cantidades ingentes de dinero a sus accionistas.

Ambas multinacionales se encuentran negociando el Convenio Colectivo a aplicar en las plantas donde está planteada hoy la extinción de contratos laborales. En ambas negociaciones el bloqueo en la negociación se genera, entre otras razones, por la negativa de los Comités a aceptar mayores cuotas de flexibilidad o aumento de jornada.

La empresa, ante el bloqueo, busca nuevas vías de imponer mayores cuotas de flexibilidad o jornada. El instrumento es la tramitación de un Expediente de Regulación de Empleo.

Las diferentes reformas han dado unilateralidad a la patronal en temas como el despido colectivo de trabajadores y trabajadoras (sólo cabe recurso ante el respectivo Tribunal Superior de Justicia), pero para conseguir mayores cuotas de flexibilidad o el aumento de jornada, sigue necesitando acuerdo con el Comité de Empresa. No la puede imponer, la ha de acordar. Por ello, estas dos multinacionales instrumentalizan la tramitación de un ERE con el objetivo de imponer la flexibilidad o el aumento de jornada. Las multinacionales pretenden que éste sea el debate entre trabajadores y trabajadoras: o lo que yo quiero o despido. O saco mayor rentabilidad a cada trabajador y trabajadora o despido. Esto genera de facto un modelo de relaciones laborales en el ámbito de empresa basado en la unilateralidad, en la amenaza. Esta es la verdadera cara de la reforma laboral, esta es la voluntad real que tiene de “crear” puestos de trabajo.

Detrás de este modelo de negociación basado en la amenaza está el objetivo de las empresas de ganar más a menor coste. La flexibilidad o el aumento de jornada hacen que sean necesarios menos trabajadores y trabajadoras garantizando la misma producción. Esto es, se podría dar la paradoja de que un posible acuerdo en flexibilidad o aumento de jornada sea el que haga que la empresa no necesite tanta plantilla para producir lo mismo (tal y como ya está acordado en plantas de Bridgestone como la de Burgos).

Desde LAB planteamos:

• Ante un modelo de relaciones laborales basado en la amenaza no cabe más que la respuesta contundente. Hoy amenazarán para conseguir mayor flexibilidad o aumento de jornada, mañana quién sabe para qué. Su único objetivo es ganar más, nuestra respuesta ha de hacer que se replanteen su estrategia en fondo y forma.

• Entrar a negociar la flexibilidad o el aumento y acordar un ERE que afecte a menos gente es el verdadero objetivo de las empresas. No podemos entrar a negociar. Deben retirar el ERE y continuar con la negociación del Convenio. Quien plantee paseos en vez de respuesta contundente está asumiendo la posición de la empresa. No hay espacio para el diálogo.

• La patronal apuesta por las diferentes reformas desde una perspectiva cortoplacista. Sin ninguna voluntad real de entrar en el debate de fondo sobre el modelo de desarrollo, sobre cómo reactivar la economía etc. Busca dinero, más dinero. No hay responsabilidad social tras las reformas, tras la reforma hay avaricia, algo que a lo que por desgracia, nos tiene acostumbrados tanto la CEN como Confebask.

• Los poderes políticos, ésos que tanto han criticado la reforma laboral, que representan casi la totalidad de la cámara de Gasteiz, no pueden mantenerse al margen de este atropello. Si no sirven para defender el empleo y los derechos laborales ¿para qué están? ¿Se apuesta por un modelo de relaciones laborales basado en la imposición y la amenaza? Han de coger compromisos claros con el objetivo de parar esta sangría. A estas alturas la pasividad es complicidad. Lo que está ocurriendo es un robo descarado.

• LAB apuesta por recorrer un camino propio, acordado aquí, que garantice que se pone fin a este modelo de relaciones laborales basadas en la imposición, en la amenaza. De nada nos sirve un autogobierno que o bien por no tener competencias, o por no querer tenerlas, no es capaz de dar una alternativa integral y eficaz a este robo de empleo y derechos. Los agentes políticos e institucionales no pueden tener una actitud de pasividad ante está situación.

Bilbo, 4 de diciembre de 2012»