Comunicado del comité de empresa de Bilboestiba:
Hace algunas semanas, cuando los estibadores aún no habíamos ejercido nuestro derecho a huelga, las empresas estibadoras se enfundaron la piel de cordero y emprendieron una desmedida campaña de prensa preventiva tildándonos de mafiosos, de impedir a los eventuales trabajar en turnos extraordinarios (noches y fines de semana) o de querer perpetuar lo que ellos llaman nuestros “privilegios” a costa de nuestros compañeros de la ETT.
A medida que el tiempo ha ido desmontado sus mentiras, porque entonces y ahora nuestros compañeros eventuales han venido trabajando en los distintos turnos extraordinarios para los que se les ha ofrecido contrato al igual que los estibadores de Bilboestiba CPE, hemos podido ver su verdadera cara. Su único propuesta para los trabajadores eventuales ha sido extender aún más la eventualidad, Toda su impostada preocupación por estos trabajadores queda ahora al descubierto con las últimas decisiones que han ido adoptando a medida que los días de huelga se han venido sucediendo, en una estrategia que pasaba por precarizar aún más su situación con recortes salariales de hasta el 40% para las mismas tareas que llevan 12 años desempeñando mediante unos contratos diarios, que por si no fuera suficiente ahora les ofrecen incluso por horas.
Ante el ejercicio de unidad, solidaridad y adhesión a la huelga exhibido por todos los trabajadores ─tanto los indefinidos de Bilboestiba como especialmente los eventuales de la bolsa de trabajo histórica de Randstad, que se han sumado en su totalidad a todos los paros convocados en el sector ─ahora las empresas, en este viaje hacia ninguna parte, han procedido a tomar represalias contra este colectivo de trabajadores por ser los más vulnerables, dejándoles de contratar a pesar de que el CPE no cuenta con personal suficiente para atender la carga de trabajo.
Esto supone un despido de facto de algo más de 100 estibadores eventuales, estibadores que a lo largo de los últimos 12 años han venido trabajando para esas empresas estibadoras del orden de 130 turnos de media anual en ese periodo. Trabajadores que durante todo este periodo han supuesto la mano de obra principal para las tareas más penosas y peligrosas de cuantas comprenden el trabajo de un estibador. Trabajadores que eran contratados solamente el día que la carga de trabajo excedía la capacidad de la plantilla fija de Bilboestiba, y que eran finiquitados ese mismo día.
Trabajadores que han visto como, según pasaban los años y la plantilla de fijos iba reduciéndose, a la par que su actividad iba incrementándose hasta llegar a las 170 jornadas en cada uno de los 2 últimos años, en lugar de dar el paso natural hacia un contrato fijo para el que llevan largo tiempo esperando y que en cualquier país medianamente normal sería lo que ya tendrían, se ven en la picota de elegir entre más eventualidad, y precariedad, o la nada.
Esas mismas empresas estibadoras que ayer, mientras informaban en una vergonzante nota de prensa que habían solicitado un arbitraje para resolver el conflicto y se dedicaban a cargar contra todo el colectivo de estibadores fijos con insultos y descalificaciones que sobrepasan con creces lo mínimo necesario para ser objeto de una acción penal, ahora ha tomado la más dura represalia posible contra nuestros compañeros eventuales, con la complicidad de la presidencia de la Autoridad Portuaria del puerto de Bilbao que impide la entrada al puerto de esos estibadores en el que han trabajado por más de una década.
Esta represalia rastrera, este despido salvaje, se produce mientras los barcos se acumulan en los muelles, ya no solo por la huelga y los paros de los estibadores, sino por las decisiones de esas mismas empresas estibadoras que al prescindir voluntariamente de esos trabajadores han dejado de prestar servicio, sólo en el día de hoy, a más de 5 barcos que podrían haber sido perfectamente atendidos, tomando así de rehen a toda la comunidad portuaria. Parece que ante esta vergonzosa actuación, el señor Barkala, no va a tomar ninguna medida.